Estaba echado yo en la tierra, enfrente
el infinito campo de Castilla,
que el otoño envolvía en la amarilla
dulzura de su claro sol poniente.
Lento, el arado, paralelamente
abría el haza oscura, y la sencilla
mano abierta dejaba la semilla
en su entraña partida honradamente.
Pensé en arrancarme el corazón y echarlo,
pleno de su sentir alto y profundo,
el ancho surco del terruño tierno,
a ver si con partirlo y con sembrarlo,
la primavera le mostraba al mundo
el árbol puro del amor eterno.
Juan Ramón Jiménez
.
La belleza de tu post es absolutamente única. Me ha encantado.
ResponderEliminarPoco he hecho, Angus. Los versos del maestro Juan Ramón y ese bello cuadro del q desconozco el autor se bastan solos.
ResponderEliminarBienvenido, estás en tu casa.
Octubre el tiempo nos acompaña y el otoño que nos acaricia..
ResponderEliminarY estos versos tan sentidos..
Excelente..
Un gusto leerte siempre.
Un abrazo con mis
Saludos fraternos de siempre..
Bonito cuadro... Castilla... no me atrae especialmente su paisaje. Soy más de verde, de montañas, de lluvia, de hojas.
ResponderEliminarParece que el otoño nos trae siembra de corazones y promesas de amor eterno
ResponderEliminarAmiga, la primera vez que lei este poema sensi como escalofrios en el cuerpo...
ResponderEliminarQue mas podria decirte.
Es uno de mis poemas favoritos.
Un abrazo, Sara
un poema bellisimo de un maestro de maestros, ademas de premio nobel, es duro ver que poca gente conoce la faceta de J.R.Jimenez como poeta.
ResponderEliminarNarciso
Octubre..colores caldera..pasiones derramadas por el suelo..las uvas a punto de exprimirse.
ResponderEliminarCálido abrazo
Qué lujo de post, siempre reconforta leer a los clásicos.
ResponderEliminarun beso
Linda, linda, linda...
ResponderEliminarPrecioso poema el de octubre.
Paso por que tu pasas y tu paso me engrandece... paso para contarte que si bien recupere mi pasado por que borrarlo no borra lo vivido, aun sigo paseando...
Ya sabes donde encontrarme.
Te beso con toda mi alma
Es que el de Moguer,(Que lo tengo al lado de donde vivo) era mucho poeta...
ResponderEliminarBesos y salud
Adolfo, el otoño toca el alma de los poetas más q ninguna otra estación. Y algunos poetas supieron hacer maravillas con ese sentimiento.
ResponderEliminarUn besico.
Ramón, yo adoro los paisajes verdes. Pero hay algo en la infinita llanura castellana, una luz de oro incomparable, la aparente dureza del suelo y de la gente, q es mentira; porq de ahí salieron grades poetas y el mejor trigo del mundo. Todo tiene su belleza.
ResponderEliminarUn besico.
Doctor, eso q dices nos debería ser traído en cualquier estación, en cualquier momento...
ResponderEliminarBesicos.
Antiqva, me gusta q te guste. Es un soneto bárbaro, impecable.
ResponderEliminarUn besico, amigo.
Es cierto, Narciso; la poesía en verso de Juan Ramón se conoce menos q su poesía en prosa. Y tiene auténticas maravillas.
ResponderEliminarUn besico.
Paco, siempre me ha parecido q no es la primavera la de la explosión del color, sino el otoño. Es como si la naturaleza nos quisiera mostrar, como una antigua dama del teatro, todo su vestuario desde el verde hasta desnudarse...
ResponderEliminarBesicos.
Frabisa, los clásicos son como esas rosas rojas de tallo largo: te gustarán también otras flores, pero las rosas lucirán más q ninguna otra sobre tu mesa y siempre quedarás bien si las regalas.
ResponderEliminarUn besazo, wapa.
Lirio, me gusta tu paso por aquí. Sólo es importante mirar hacia delante, siempre adelante.
ResponderEliminarUn abrazo, nena.
Sí, Genin, mucho poeta. Mucho.
ResponderEliminarBesicos.
me encanta juan ramón.Hay que ver lo que lloré con el burrito.
ResponderEliminarUn beso
Es q Platero es una pasada... dan ganas de traerte el burrico a casa, aunq lo tengas q tener en el salón.
ResponderEliminarUn beso.