miércoles, 31 de octubre de 2018

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domingo, 28 de octubre de 2018

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viernes, 26 de octubre de 2018

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Los días oscuros en los que una marea negra oprime la garganta. 
Un puño de hierro crece en la boca del estómago y toda esa paz, tan duramente conseguida, es un frágil castillo de naipes que se tambalea. 
Te das cuenta, con la lucidez de un relámpago, de que todo es fugaz y mutable, de que la vida, tal como la conoces y amas, cambia con un simple chasquear los dedos. 
Y ni siquiera son tus dedos. 
Estamos conectados. Irremediable e indisolublemente unidos. 
Cuánto cuesta, después de todo esto, volver a florecer...


lunes, 22 de octubre de 2018

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sábado, 20 de octubre de 2018

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miércoles, 17 de octubre de 2018

Día de otoño



Hay una dulce calma bajo el cielo azul de la mañana. 
Un vientecillo suave mece las copas de los árboles y las hojas que aún son verdes muestran, orgullosas, su envés de plata vieja. 
Todo está nuevo, a estrenar, en este día luminoso de otoño. Los colores de la naturaleza cambian, se van volviendo de sangre y oro. 
Yo siento que es un regalo para mí, solo para mis ojos siempre asombrados y agradecidos...
Hoy es mi cumpleaños.

lunes, 15 de octubre de 2018

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Qué apetitosa estabas aquel día toda así y qué templado
tu oso de peluche. Delicioso.
La llama de las velas. Tus ojos. Tan lejos...

Te traje de vuelta una y mil veces desde entonces a esta orilla.
Tú desde entonces aún te ahogas mar adentro, a veces
mientras cenamos. 
Yo le doy cuerda a los relojes.
Tú dejas que el silencio te devore.

Pero aquel día-qué milagro-, tu carne y mi carne. 
Hasta que no quedó más nada que lamer del plato.
Desde entonces me dices pon tus manos donde yo pueda verlas.
Yo sueño desde entonces a veces con caimanes.


Billy MacGregor

viernes, 12 de octubre de 2018

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Hoy estoy recordando...

lunes, 8 de octubre de 2018

Hoja

Foto de Teresa Salvador


Cierta ingravidez, como si, algunas veces, no me empujara esta fuerza desbocada para abajo o para los lados. 
También hay veces que el empujón es hacia arriba, porque no todo es caer. 
Y sí, hay momentos como de dejarse llevar, como de flotar en una atmósfera tibia y amable. 
Son pocos. Porque llevo las riendas pegadas a las manos y son parte de mí, como las orejas o los pies o la amígdala de mi cerebro. Controlando, para que no duela. 
Pero aún así y por fortuna,  existen algunos momentos en que la fuerza desaparece y soy hoja que baila en el viento, sin querer ser nada más, mecida por la paz de lo que no puedo hacer, ni cambiar, ni medir. 
Pequeña astronauta en un cosmos cotidiano, simplemente eso, siendo ligera y frágil, navegando el otoño.



jueves, 4 de octubre de 2018

¿A dónde van?

lunes, 1 de octubre de 2018

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Que Octubre nos sea propicio...