martes, 29 de octubre de 2019

...



Leo poemas al azar,
leo casi sin pensar en lo que leo.
Cuando me encuentro un verso triste,
siento en el alma como una caricia.
No es que me alivie la tristeza ajena;
es que me siento menos solo.
Ángel González.

martes, 22 de octubre de 2019

Vendo mi alma




Vine a venderla de saldo,
pero tras un regateo somero
recibí una oferta miserable:
media libra de recuerdos,
una foto trucada,
un algoritmo con la rúbrica de Dios.

No es que,
después de tantos años,
la tenga en gran estima
–a mi alma-,
pero he de admitir que,
haciendo balance,
aduce varios pretextos:
tardes de clérigos infames,
sinsabores tenaces,
la dulce agonía de la pubertad.

(Las almas vienen a ser como doncellas
acosadas en un templo
por seductores de postín).

Una vez,
vestida con andrajos
-hablo de mi alma-,
se paseó por el infierno de Dante
y se llevó entre bastidores
una decepción:
vio a tanta gente familiar,
a tanto discípulo afín,
que se incorporó un poco ofendida.

Intenté persuadirla de que,
pese al calor y las moscas,
no se estaba tan mal.

Ahora,
mientras la pesa un ángel en la balanza
-ni siquiera da para veintiún gramos-
advierto, con lucidez,
la magnitud de mi error:
hay un exceso de almas en el mundo
y ni siquiera el demonio las pondera.

Así que,
en esta víspera pura,
como quien empuja una llanta,
la arrastro por el campo,
con su cortejo de luciérnagas,
a dos kilómetros por hora.

Rueda sin afán,
con aire taciturno,
tropezando perezosa
con abedules enanos.

Diría que en este momento,
tupida de crisálidas,
parece
un pañuelo de batista.

Ah, mi alma,
con su olor a caramelo,
su suspiro leve
y sus ojos de roedor asustado:
quién me iba a decir que la vendería,
en este lunes sin proezas,
por una noche de saldo.


Miguel Paz Cabanas

...


jueves, 17 de octubre de 2019

17 de octubre



Gracias a la Vida, Dios, Universo... o cualquiera de las palabras con que lo denominemos. 
Gracias por tanto.
Hoy es mi cumpleaños.

domingo, 13 de octubre de 2019

...

Resultado de imagen de pinterest guitarra




Algunos días amanece como si atardeciera. 
El tiempo, que se desliza o se estanca a voluntad, baila su canción ausente. 
Y yo soy una guitarra con las cuerdas demasiado tensas. Puede sonar una melodía extraña y única, puedo ser una sinfonía de viento y olas o romperme. 
O romperme.

domingo, 6 de octubre de 2019

...



Mientras tanto, el otoño empieza, caluroso, iluminado.
Llenamos mucho cada día, no sea que en uno de los huecos nos asalte, como un tigre agazapado, la sensación del poco tiempo.
Pintamos la vida lo mejor que sabemos. Soñamos, si aún nos permitimos ese lujo, y peleamos con la fuerza de ese mismo tigre por un mundo mejor.
Y así seguimos octubre.

miércoles, 2 de octubre de 2019

Balada del hombre con Alzheimer




Huir,
no saber dónde huir,
enloquecer,
el cerebro desahuciado,
la tierra sin semillas,
los moldes de plomo,
la máscara infinita,
ciega y tuya es mi noche.

Dejarte para siempre,
evocar la noche,
las bocas,
los relámpagos,
el fruto lejano de tu piel hinchada.

Dejarte
y no saber dónde huir,
empujar la maleta,
ser penumbra,
desfallecer,
danzar con mi cerebro loco,
tierno de espinas,
escoria de hoguera y frío.

Descubrir al alba
que ignoro tu nombre,
tu nombre,
un látigo en mi alma negra,
la fiebre blanca devorando mis ojos.

No poder deletrearlo,
tu nombre,
renunciar a pronunciarlo,
tu nombre,
que mi memoria lo cante,
tu nombre,
un millón de veces más,
tu nombre.

¿Aceptar la vileza,
el desenlace,
la agonía del cerebro postizo?

No transigir;
tatuar tu nombre
hasta cubrir mi alma;
tatuar tu nombre
hasta sellar mi piel;
y cuando me desvanezca
(devorado
en la penumbra
del cerebro marchito),
estirar la piel para gritar,
esculpir la piel para recordar,
y que sea tu nombre,
al fin,
el roce de mi memoria desolada.

Una pizca de sal en los labios,
tu nombre tatuado
en mi nunca,
una reverencia breve,
salgo de mi cerebro para soñar.


Miguel Paz Cabanas


martes, 1 de octubre de 2019

...




Que venga lleno de ventura para todos nosotros.