miércoles, 27 de enero de 2016

Ella camina entre la niebla







Ella
camina entre la niebla.
En su cara
minúsculas gotas de agua,
como miles de besos.
Como un útero amable,
húmedo y conocido.
En el universo
algo se coloca
mientras ella
camina entre la niebla.


Sara Royo


lunes, 25 de enero de 2016

Roto



Qué sentido tenía robarme tu nombre?
Torpemente, has roto el cristal. Torpemente.

sábado, 23 de enero de 2016

Nublado



Nublado. Con algo de niebla. Así estaba el parque esta mañana, muy temprano.
Una enorme paz al caminar, como si fuera yo la única persona despierta a esa hora.
Algunas hojas se resisten a abandonar su árbol y persisten es esa absurda fidelidad.

El invierno avanza hacia la primavera.

martes, 12 de enero de 2016

Para Humo







El dice que es humo.
Yo digo que es como el pan
amable y tierno
cálido como el sol
dulce como la uva.

Sara Royo


miércoles, 6 de enero de 2016

Día de Reyes



Caminar por el parque en completa soledad. El viento frío mordiéndome las mejillas. El sol saliendo de entre las nubes, detrás de la montaña, con su chal púrpura. Sentirme viva y en paz.
Y luego todos mis hijos, conmigo.
La carita de mi peque abriendo regalos, sin saber que ella es el mejor regalo de todos...
No sé a quién debo agradecer este día de Reyes. Pero le doy las gracias. Porque ha sido el mejor en muchos, muchos años.
Gracias.

domingo, 3 de enero de 2016

Mírame

                                                                              Foto de Pedro Sabalete





Mírame.
Ni así estoy segura
de que puedas verme.
Me escondo detrás
de cada palabra
igual que en la selva
se ocultan los pájaros.
No me verás, no.
Necesitarás
unos ojos nuevos,
unas manos nuevas
que nadie ha inventado.
Tócame,
si puedes.
Oyeme en silencio.
Escucha las cosas
que yo jamás digo.
Créate. Existe.
Y no pienses nunca
que fue culpa mía.
No puede el otoño
nacer primavera.

Sara Royo

sábado, 2 de enero de 2016

Queridos Reyes Magos:




Queridos Reyes Magos:
Ante todo recordaros que soy republicana convencida y que esta carta no tendría lugar de no saber que no érais reyes, ni magos, ni tres. Erais cuatro hombres sabios, cuatro astrónomos que se echaron a la arena del desierto en pos de una rara estrella guiadora hacia un niño especial.
Y esa niña que aún tengo dentro y pisa los charcos no deja pasar un año sin pediros cosas. Este año no sé si he sido buena, pero he sido valiente, que creo también cuenta. Así que ahí van mis peticiones.
Es importante que me traigáis salud, cariño y el dinero suficiente para mis hijos y sus familias.
Para mi también estaría bien eso, así que apuntadlo, porfa. Os pido paciencia, que ando escasa. Os pido una escalera larga para bajar de mi torre, un viento favorable para mi velero y una noche clara para ver mis estrellas. Os pido lluvia que sacie el suelo y haga florecer mi corazón. Os pido un sol que caliente sin quemar. 

Quisiera que nunca me faltaran mis manos ni mis ojos, ni esta risa que puede espantar pájaros. Y no os olvidéis, por favor, de traerme la paz después de la tormenta.
A mis amigos llevadles lo que más necesiten. Aunque no os hayan escrito carta. Ya sabéis que a veces se olvidan las cosas. Pero vosotros sabéis qué hacer.
Gracias por adelantado. Besos para vosotros y vuestros camellos. 

Me asomaré a la ventana, a ver si por fin os veo.

Sara