Ir hacia el verano
donde las campanas se enfurecen
y los ángeles custodian la hoguera,
donde mueren las playas
y arden las guitarras,
hallar lo que los poetas
sacrifican
en el filo amargo de sus versos,
ese vértigo melancólico
de las golondrinas
que se persiguen
unas a otras
unas a otras
unas a otras.
Miguel Paz Cabanas