jueves, 30 de abril de 2009

Madre España


Abrazado a tu cuerpo como el tronco a su tierra,
con todas las raíces y todos los corajes,
¿quién me separará, me arrancará de tí,
madre?

Abrazado a tu vientre, ¿quién me lo quitará,
si su fondo titánico da principio a mi carne?
abrazado a tu vientre, que es mi perpetua casa,
¡nadie!

Madre: abismo de siempre, tierra de siempre: entrañas
donde desembocando se unen todas las sangres:
donde todos los huesos caídos se levantan:
madre.

Decir madre es decir tierra que me ha parido;
es decir a los muertos: hermanos, levantarse;
es sentir en la boca y escuchar bajo el suelo
sangre.

La otra madre es un puente, nada más, de tus ríos.
El otro pecho es una burbuja de tus mares.
Tú eres la madre entera con todo tu infinito,
madre.

Tierra: tierra en la boca, y en el alma, y en todo.
Tierra que voy comiendo, que al fin ha de tragarme.
Con más fuerza que antes, volverás a parirme,
¡madre!

Hermanos: defendamos su vientre acometido,
hacia donde los grajos crecen de todas partes,
pues, para que las malas alas vuelen, aún quedan
aires.

Echad a las orillas de vuestro corazón
el sentimiento en límites, los efectos parciales.
Son pequeñas historias al lado de ella, siempre
grande.

Una fotografía y un pedazo de tierra,
una carta y un monte son a veces iguales.
Hoy eres tú la hierba que crece sobre todo,
madre.

Familia de esta tierra que nos funde en la luz,
una carta y un monte son a veces iguales.
Hoy eres tú la hierba que crece sobre todo,
madre.

España, piedra estoica que se abrió en dos pedazos
de dolor y de piedra profunda para darme:
no me separarán de tus entrañas,
madre.

MIGUEL HERNÁNDEZ ( 1910 - 1942 )
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sábado, 25 de abril de 2009

Oración

(Fotograía de Eduardo Arias Rábanos)



Habítame, penétrame.
Sea tu sangre una con mi sangre.
Tu boca entre a mi boca.
Tu corazón agrande el mío hasta estallar.
Desgárrame.
Caigas entera en mis entrañas.
Anden tus manos en mis manos.
Tus pies caminen en mis pies, tus pies.
Ardeme, árdeme.
Cólmeme tu dulzura.
Báñeme tu saliva el paladar.
Estés en mi como está la madera en el palito.
Que ya no puedo así, con esta sed
quemándome.
Con esta sed quemándome.
La soledad, sus cuervos, sus perros, sus pedazos.



Juan Gelman (El juego en que andamos)


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lunes, 20 de abril de 2009

Gracias


Con el alma partida de egoísta tristeza
naufragaba en mi llanto, tarde de primavera.
Me ahogaba en ese túnel donde a veces me meto
con los ojos cerrados y los párpados mudos,
escuchando el latido de mi rojo tormento,
sorda al dulce sonido de su voz de campana.

Sobre mis hombros puso su brazo padre y madre
y me volví pequeña en su niño regazo.

Me acarició su mano, su palabra, su aroma;
me confortó en su sabia, luminosa ternura,
madurez florecida de repente en la niebla,
donde yo no alcanzaba su lógica respuesta
a las preguntas rotas de mi rota amargura.

Y creció como un monte delante de mis ojos.
Amor más generoso nadie lo ha conocido.

Porque siendo esa tarde tan especial su tarde
no fue suyo el regalo de las ninfas del viento,
que me cedió su tiempo, su piel, su sentimiento
y tuve otro diamante en mi cofre de entrañas.
No fue especial su día, fue duro y espinoso.
No olvidaré su llanto, bálsamo generoso,
que se mezcló en el mío y me menguó la pena.
Se detuvo el instante de la misma mirada
y estoy segura ahora de que nació una estrella.




Para Diana en su 15 cumpleaños. Gracias.

viernes, 17 de abril de 2009

Palabras para Julia




Tú no puedes volver atrás

porque la vida ya te empuja

como un aullido interminable.

Hija mía es mejor vivir

con la alegría de los hombres

que llorar ante el muro ciego.

Te sentirás acorralada

te sentirás perdida o sola

tal vez querrás no haber nacido.

Yo sé muy bien que te dirán

que la vida no tiene objeto

que es un asunto desgraciado.

Entonces siempre acuérdate

de lo que un día yo escribí

pensando en ti como ahora pienso.

La vida es bella, ya verás

como a pesar de los pesares

tendrás amigos, tendrás amor.

Un hombre solo, una mujer

así tomados, de uno en uno

son como polvo, no son nada.

Pero yo cuando te hablo a ti

cuando te escribo estas palabras

pienso también en otra gente.

Tu destino está en los demás

tu futuro es tu propia vida

tu dignidad es la de todos.

Otros esperan que resistas

que les ayude tu alegría

tu canción entre sus canciones.

Entonces siempre acuérdate

de lo que un día yo escribí

pensando en ti como ahora pienso.

Nunca te entregues ni te apartes

junto al camino, nunca digas

no puedo más y aquí me quedo.

La vida es bella, tú verás

como a pesar de los pesares

tendrás amor, tendrás amigos.

Por lo demás no hay elección

y este mundo tal como es

será todo tu patrimonio.

Perdóname no sé decirte

nada más pero tú comprende

que yo aún estoy en el camino.

Y siempre siempre acuérdate

de lo que un día yo escribí

pensando en ti como ahora pienso.



José Agustín Goytisolo

jueves, 16 de abril de 2009

Inestabilidad


Nos encontrábamos ya cerca de mi casa, cuando el taxista fue avisado por un colega de que había en nuestro camino un control de alcoholemia. Como resultara imposible dar la vuelta o escapar por una calle lateral, el conductor me confesó que llevaba dos copas, pues había comido con unos amigos de la infancia a los que hacía años que no veía. ¿Y qué quiere que le haga?, pregunté. Que se ponga al volante, respondió, como si usted fuera el taxista y yo el pasajero. Me pareció una propuesta absurda a la que respondí con una sonrisa de desconcierto. Mientras sonreía, vi en sus ojos, a través del espejo retrovisor, un movimiento de pánico que produjo también en mí alguna inquietud. En cuestión de segundos me puso al corriente de su situación, responsabilizándome del drama familiar que se le vendría encima si le retiraban la licencia. Aunque intenté defenderme, lo cierto es que al cabo de un momento, dada mi debilidad de carácter, estaba al volante del taxi, con el conductor detrás.

Alcanzado el control, un guardia hizo señas de que nos echáramos a un lado. Luego se acercó, me informó acerca de sus propósitos y me pidió que soplara, lo que hice con miedo, pues aunque no había bebido creo que el organismo puede, en situaciones de estrés, producir todas las sustancias existentes. Por fortuna, estaba limpio y me dejaron seguir. Como no era cuestión de detenerse a unos metros del control para realizar el cambio, y dado que mi domicilio se encontraba muy cerca, continué conduciendo hasta el portal, donde el taxista, tras mirar el contador, sacó un billete, me lo dio, abrió la puerta, salió del coche y se metió en mi casa, todo con una rapidez tal que no fui capaz de reaccionar. Además, apareció enseguida otro cliente que me pidió que lo llevara a toda mecha al aeropuerto. Qué inestable es la realidad, pensé arrancando.


Juan José Millás

martes, 14 de abril de 2009

Ser aire



Cerrar los ojos.
Sentir que no hay cadenas.
Ser aire por el aire.
Ser de niebla.
Volar sin alas,
beber del horizonte.
Abrir los brazos
y estar dentro de todo
y ser de todo
pero sin ser de nadie.
Ser aire por el aire.
Ser yo misma.
Andar descalza,
porque los pies son míos
y del camino
al que se los regale.
Caminar sola
al ritmo de mis pasos.
Bailar de dentro.
Ser aire por el aire.

lunes, 6 de abril de 2009

Ausencia de amor


Cómo será pregunto.

Cómo será tocarte a mi costado.

Ando de loco por el aire

que ando que no ando.

Cómo será acostarme

en tu país de pechos tan lejano.

Ando de pobrecristo a tu recuerdo

clavado, reclavado.

Será ya como sea.

Tal vez me estalle el cuerpo todo lo que he esperado.

Me comerás entonces dulcemente

pedazo por pedazo.

Seré lo que debiera.

Tu pie. Tu mano.


Juan Gelman

domingo, 5 de abril de 2009

Premio Inocencia


Quiero agradecer a Javi, que desde su Blog http://lacocinadejavitxu.blogspot.com/ me regala este premio. Es el primero que alguien me otorga, por lo que me hace muchísima ilusión.
Por mi parte, se lo paso a los siguientes amigos, cuya inocencia me conmueve:

La Tierra de los Arboles (
http://goathemala.blogspot.com/)
Verdades y Mentiras diarias (
http://verdadesymentirasdiarias.blogspot.com/)
Buscando la Felicidad (
http://irenebuscandolafelicidad.blogspot.com/)

Otra vez, Javi, muchas gracias.

viernes, 3 de abril de 2009

Y me dieron el tiempo


Y me dieron el tiempo, y lo habité.
Abrigué cada día, y la ternura,
que jugaba conmigo al escondite,
decidió caminar en mi camino,
se vistió con mi piel de peregrino
y rompió la mitad de mi armadura.

Y me dieron el tiempo y lo habité
con la ingenua alegría de los niños.
Y pinté con amor cada minuto,
que el amor me salía a borbotones,
catarata asesina de dolores,
maquillaje y mortaja de mis sueños.

Y me dieron el tiempo y lo habité,
ignorante de tanto desengaño
que te cobra la vida en alquileres,
con la risa sangrándome en la boca,
ocultando verdades que deshojan
la salada humedad del calendario.