domingo, 27 de abril de 2008

Algunos días.

Algunos días
casi no pienso en vosotros.
Algunos días,
casi no hago otra cosa.

martes, 22 de abril de 2008

El viento en la isla


El viento es un caballo:

óyelo cómo corre

por el mar, por el cielo.

Quiere llevarme:

escucha cómo recorre el mundo

para llevarme lejos.

Escóndeme en tus brazos

por esta noche sola,

mientras la lluvia rompe

contra el mar y la tierra

su boca innumerable.

Escucha como el viento

me llama galopando

para llevarme lejos.

Con tu frente en mi frente,

con tu boca en mi boca,

atados nuestros cuerpos

al amor que nos quema,

deja que el viento pase

sin que pueda llevarme.

Deja que el viento corra

coronado de espuma,

que me llame y me busque

galopando en la sombra,

mientras yo, sumergido

bajo tus grandes ojos,

por esta noche sola

descansaré, amor mío.


Pablo Neruda

domingo, 13 de abril de 2008

Cumpleaños

Yo lo noto: cómo me voy volviendo
menos cierto, confuso,
disolviéndome en aire
cotidiano, burdo
jirón de mí, deshilachado
y roto por los puños.

Yo comprendo: he vivido
un año más, y eso es muy duro.
¡Mover el corazón todos los días
casi cien veces por minuto!

Para vivir un año es necesario
morirse muchas veces mucho.

Angel González

Tiempo de lilas

De repente, el pekeño arbusto q parece seco amanece pintado de motitas verdes y, al poco tiempo, se vuelve loco y empieza a regalar estas flores de color delicado y aroma maravilloso. Yo asisto embobada al milagro cada año, recobro la fe en el ciclo de la vida y agradezco tener ojos y nariz y manos, porq nada es comparable a la ternura y la belleza q, cada primavera, me regala el arbolito q se fingía muerto.

miércoles, 9 de abril de 2008

Oración del buen humor





Concédeme Señor, una buena digestión

y también algo que digerir.
Concédeme la salud del cuerpo,

con el buen humor necesario para mantenerla.

Dame, Señor, un alma santa

que sepa aprovechar lo que es bueno y puro,

que no se asuste ante el pecado,

sino que encuentre el modo

de poner las cosas de nuevo en orden.
Concédeme un alma

que no conozca el aburrimiento,

las murmuraciones, los suspiros y los lamentos

y no permitas que sufra excesivamente

por esto tan dominante llamado yo.

Dame Señor el sentido del humor,

concédeme la gracia de comprender las bromas,

para que conozca en la vida un poco de alegría

y la comunique a los demás.

Asi sea.



Oración de Santo Tomás de Moro (1478-1535)

lunes, 7 de abril de 2008

Un día llegará






Le he robado esta canción a mi amiga Tula. Perdóname, pero es tan bonita...

viernes, 4 de abril de 2008

Cuando os marcháis.


Cuando os marcháis,
esta casa pequeña
se queda aún mas pequeña.

Yo vuelvo a mi rutina.
mis cosas cotidianas
que ya no os incluyen.

No veros cada día
ya debería ser
una de esas rutinas,
como ir al trabajo,
o comer, o ducharme.

Pero, durante un tiempo,
quizás un par de días,
busco vuestro sonido
en esa habitación
que hace vuestra la cama
cuando venís a verme.

Busco vuestras pisadas,
vuestras cosas tiradas
en el desorden loco
que sembráis por el suelo.
Busco vuestra mirada
y busco vuestro abrazo.

Cada vez que os vais
yo me voy con vosotros
y me quedo a la vez,
y se que no se puede,
que no es posible eso,
y que así son las cosas:
son como deben serlo.

Me muerde, inevitable,
esa mezcla agridulce
de alegría infinita
y de profunda pena
cuando alzáis vuestras alas,
cuando os marcháis.
.

jueves, 3 de abril de 2008

Amigo, no te rindas.

No te rindas,
aún estás a tiempo de abrazar la vida
y comenzar de nuevo,
aceptar tu sombra,
liberar el lastre y retomar el vuelo.
No te rindas,
que la vida es eso,
continuar el viaje, perseguir tus sueños,
abrir las esclusas, destrabar el tiempo,
correr los escombros
y destapar el cielo.
No te rindas,
por favor, no cedas,
aunque el frío queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se ponga y se acalle el viento,
aún hay fuego en tu alma,
aún hay vida en tu seno.
Porque la vida es tuya
y tuyo también el deseo,
porque lo has querido y porque yo te quiero,
porque existen ríos
y el amor es cierto,
porque no hay herida que no cure el tiempo.
Abrir las puertas, quitar los cerrojos,
bajar el puente y cruzar el foso,
abandonar las murallas que te protegieron,
volver a la vida
y aceptar el reto.
Recuperar la risa,
ensayar un canto,bajar la guardia
y extender las manos,
desplegar las alas e intentar de nuevo,
celebrar la vida, remontar los cielos.
No te rindas,
por favor, amigo, no cedas,
aunque el frío queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se ponga y se acalle el viento,
aún hay fuego en tu alma,
aún hay vida en tu seno.
Porque cada día es un comienzo nuevo,
porque ésta es la hora
y el mejor momento,
porque tienes alas y puedes hacerlo,
porque no estás solo
y porque yo te quiero.


Mario Benedetti

miércoles, 2 de abril de 2008

Eran extraños hermanos.


Eran extraños hermanos. Ella era casi rubia, de un color canela o caramelo, de largas orejas y mirada dulce. El era casi gris, más pequeño y más astuto, de uñas y dientes afilados, cabezota y peleón. Se criaron juntos y desbarataron la leyenda de odio eterno entre perros y gatos. Eran colegas y compinches de fechorías; jugaban juntos, comían juntos, dormían juntos. Ahora Jade vive feliz en una familia q la adora (quiero pensar q hice lo mejor para ella, sabe Dios lo q me costó) y Kennet se fué al cielo de los gatos, donde esperará agazapado detrás de algún sofá el paso de un angelito despistado para abalanzarse a sus piernas y agarrarse con esas uñas q me tuvieron marcada mientras vivió, con las orejas para atrás y esa cara de velocidad y mala uva q tanta risa nos daba.

Esta emoción de ahora mismo, estas lágrimas rebeldes dan fe de q el hueco vuestro nada lo llenará, fuisteis únicos, especiales, mis queridos terroristas, mi Jade y mi Kennet, siempre.