martes, 24 de agosto de 2021

El último rincón


El último rincón y el primero :
rincón para el sol más grande,
sepultura de esta vida
donde tus ojos no caben.
Allí quisiera tenderme
para desenamorarme.

Por el olivo lo quiero,
lo persigo por la calle,
se sume por los rincones
donde se sumen los árboles.
Se ahonda y hace más honda
la intensidad de mi sangre.
Corazón que entre dos piernas
ansiosas de machacarme,
de tanto querer te ahogas
como un mar entre dos mares.

De tanto querer me ahogo,
y no me es posible ahogarme.
Qué hice para que pusieran
a mi vida tanta cárcel?

Tu pelo donde lo negro,
ha sufrido las edades
de la negrura más firme,
y la más emocionante :
tu secular pelo negro
recorro hasta remontarme
a la negrura primera

de tus ojos y tus padres,
al rincón de pelo denso
donde relampagueaste.
Ay, el rincón de tu vientre,
el callejón de tu carne:
el callejón sin salida
donde agonice una tarde.

La pólvora y el amor
marchan sobre las ciudades
deslumbrando, removiendo
la población de la sangre.
El naranjo sabe a vida
y el olivo a tiempo sabe,
y entre el clamor de los dos
mis pasiones se debaten.

El último y el primero :
rincón donde algún cadáver
siente el arrullo del mundo
de los amorosos cauces.
Allí quisiera tenderme
para desenamorarme.
Después del amor, la tierra.
Después de la tierra, nadie.

Miguel Hernández 


 

4 comentarios:

  1. Profundo poema, este poeta en general ( o en particular) me gusta bastante.

    Besos.

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  2. Es uno de mis poetas favoritos, tambien asesinado por los malnacidos.
    Un besico, Amapola.

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