Y me dieron el tiempo, y lo habité.
Abrigué cada día, y la ternura,
que jugaba conmigo al escondite,
decidió caminar en mi camino,
se vistió con mi piel de peregrino
y rompió la mitad de mi armadura.
Y me dieron el tiempo y lo habité
con la ingenua alegría de los niños.
Y pinté con amor cada minuto,
que el amor me salía a borbotones,
catarata asesina de dolores,
maquillaje y mortaja de mis sueños.
Y me dieron el tiempo y lo habité,
ignorante de tanto desengaño
que te cobra la vida en alquileres,
con la risa sangrándome en la boca,
ocultando verdades que deshojan
la salada humedad del calendario.
Abrigué cada día, y la ternura,
que jugaba conmigo al escondite,
decidió caminar en mi camino,
se vistió con mi piel de peregrino
y rompió la mitad de mi armadura.
Y me dieron el tiempo y lo habité
con la ingenua alegría de los niños.
Y pinté con amor cada minuto,
que el amor me salía a borbotones,
catarata asesina de dolores,
maquillaje y mortaja de mis sueños.
Y me dieron el tiempo y lo habité,
ignorante de tanto desengaño
que te cobra la vida en alquileres,
con la risa sangrándome en la boca,
ocultando verdades que deshojan
la salada humedad del calendario.
Es así, uno habita el tiempo, que nos precede y nos seguirá, y en el trascurso ama, sufre, vive el tiempo. El tiempo pasa y se nos pasa a veces, la cuota de desengaño y dolor es inevitable. Este poema me resulta muy cercano.
ResponderEliminarBesos
Nos regalan el tiempo, Muma; nos regalan la vida y la vamos gastando del modo q podemos. Nos ocurren cosas buenas y malas. Crecemos, aprendemos (o no) y todo ese tiempo siempre es insuficiente, a pesar del dolor y las heridas, a pesar de todo.
ResponderEliminarUn besico.
Hola Sara,
ResponderEliminarbella y desgarrada poesía.
Gracias por visitar mi Isla.
Un abrazo
Meme, tu isla, con sus mimosas, me ha enamorado.
ResponderEliminarBienvenida, estás en tu casa.
Un besico.
Hola Sara, pasa por mi blog que tienes algo para ti.
ResponderEliminarBesicos.
Muchísimas gracias, Javi. Eres un encanto, de verdad.
ResponderEliminarUn enorme beso.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMe ha sorprendido la belleza y exquisitez de este poema. Felicidades, creo que es un trabajo magnífico. Saludos cordiales.
ResponderEliminarIsabel, gracias por tus palabras y tu visita. Bienvenida, estás en tu casa.
ResponderEliminarUn besico.
Tan bello como desgarrador poema, amiga, me impacto especialmente ese trozo que dice:
ResponderEliminar"con la risa sangrándome en la boca..."
Un abrazo, amiga
No sólo sangra la sangre, verdad?
ResponderEliminarUn besico, Antiqva, gracias por tus palabras.