lunes, 20 de abril de 2009

Gracias


Con el alma partida de egoísta tristeza
naufragaba en mi llanto, tarde de primavera.
Me ahogaba en ese túnel donde a veces me meto
con los ojos cerrados y los párpados mudos,
escuchando el latido de mi rojo tormento,
sorda al dulce sonido de su voz de campana.

Sobre mis hombros puso su brazo padre y madre
y me volví pequeña en su niño regazo.

Me acarició su mano, su palabra, su aroma;
me confortó en su sabia, luminosa ternura,
madurez florecida de repente en la niebla,
donde yo no alcanzaba su lógica respuesta
a las preguntas rotas de mi rota amargura.

Y creció como un monte delante de mis ojos.
Amor más generoso nadie lo ha conocido.

Porque siendo esa tarde tan especial su tarde
no fue suyo el regalo de las ninfas del viento,
que me cedió su tiempo, su piel, su sentimiento
y tuve otro diamante en mi cofre de entrañas.
No fue especial su día, fue duro y espinoso.
No olvidaré su llanto, bálsamo generoso,
que se mezcló en el mío y me menguó la pena.
Se detuvo el instante de la misma mirada
y estoy segura ahora de que nació una estrella.




Para Diana en su 15 cumpleaños. Gracias.

14 comentarios:

  1. Precioso el poema y preciosa la foto.
    Un abrazo :)

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  2. Muma, fué un momento tan intenso, q tuve q escribirlo. No sé si para ella significó tanto como para mi, no creo... El caso es q, con 15 años, apuntaba lo q sería, lo q es ahora.
    Un abrazo.

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  3. Que bello resulta siempre contemplar a una madre y a una hija... Y si una de ellas le dedica un poema a la otra ya no hay palabras...

    Y es lo mismo que habla la madre sobre su hija, o que sea la hija la que lo haga sobre su madre.

    Una bendicion.

    Un abrazo, amiga

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  4. Recuerdo exactamente el momento en que me di cuenta que empezaba a hacerme “Vieja” (Y no lo digo en sentido peyorativo, en absoluto, es más bien una sensación de vértigo, de sentir de pronto que ya nada volverá a ser igual), fue en el mismo instante en el que mi hija se me escurrió entre las piernas, (hace ya 20 años), nada volvió a ser lo mismo…

    Besos

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  5. Antiqva, gracias por entenderlo.
    Un besico.

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  6. Petita, yo no recuerdo el momento exacto... Supongo q ellos y yo hemos crecido a la vez, de alguna manera. Y, a veces, ellos son mayores q yo e infinitamente mas sabios.
    Besicos.

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  7. Que duro es saber que cada día se alejan un poco más de nosotros. Que queda menos para que despierten de su niñez y comiencen a andar solos por el mundo.

    Cuando nació mi primera hija, mi madre se me acercó y me dijo que a partir de ahora no dejaría de sufrir por ella, no lo entendí en aquel momento.

    Besicos.

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  8. Es duro y es hermoso, Alberto. Nacen con alas, les enseñamos a volar y cuando aprenden, se van. Y eso nos debe llenar de alegría, porq es señal de q lo hemos hecho bien.
    Besicos.

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  9. Qué foto más tierna!!

    Enhorabuena a la mami por disfrutar de los quince años de su hija y feliz cumple a esta.

    un besazo

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  10. Frabisa, ese poema tiene algunos años, y la foto aún mas... En este blog pongo cosas q me gustan, q me conmueven. Cuando tenía 15, ella era una persona muy especial. Ahora, casi con 24, es simplemente increíble. (Has visto el anlace a Artemisa Artesanía?
    Besicos, wapa.

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  11. Bello y muy bien rematado el final.

    No soy padre pero si me he percatado de la desazón de ese instante en el que la individualidad de los niños cambia.

    Duele y emociona.

    Dan ganas de darle un millón de consejos pero al final lo mejor suele ser supervisar el aprendizaje que inician ellos.

    Abrazos.

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  12. Goathe, lo realmente increíble es todo lo q ellos nos enseñan.
    Besicos.

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