y también algo que digerir.
Concédeme la salud del cuerpo,
Concédeme la salud del cuerpo,
que sepa aprovechar lo que es bueno y puro,
que no se asuste ante el pecado,
sino que encuentre el modo
de poner las cosas de nuevo en orden.
Concédeme un alma
Concédeme un alma
que no conozca el aburrimiento,
las murmuraciones, los suspiros y los lamentos
y no permitas que sufra excesivamente
por esto tan dominante llamado yo.
Dame Señor el sentido del humor,
Dame Señor el sentido del humor,
concédeme la gracia de comprender las bromas,
para que conozca en la vida un poco de alegría
y la comunique a los demás.
Asi sea.
Asi sea.
Oración de Santo Tomás de Moro (1478-1535)
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