Soy el que sabe que no es menos vano
que el vano observador que en el espejo
de silencio y cristal sigue el reflejo
o el cuerpo (da lo mismo) del hermano.
Soy, tácitos amigos, el que sabe
que no hay otra venganza que el olvido
ni otro perdón. Un dios ha concedido
al odio humano esta curiosa llave.
Soy el que pese a tan ilustres modos
de errar, no ha descifrado el laberinto
singular y plural, arduo y distinto,
del tiempo, que es uno y es de todos.
Soy el que es nadie, el que no fue una espada
en la guerra. Soy eco, olvido, nada.
Jorge Luis Borges
Jorge Luis Borges
esto SÍ es de borges
ResponderEliminarun beso
s
Borges en estado puro.
ResponderEliminarUn beso.
Soy la luz, el sol, el cielo y las estrellas
ResponderEliminarHasta el infinito y más allá
Masakoy, tienes tanta razón como el maestro Borges. Somos todo, así de simple.
ResponderEliminarUn beso.
Nadie como Borges para retratarnos tal como somos... y no somos.
ResponderEliminarUn beso.
bello en estado puro. Besos.
ResponderEliminarAy, Borges y los espejos, que se mira y no se encuentra, qué maravilla.
ResponderEliminarbesos
Amiga, que cierto es eso de que no hay otra venganza que el olvido, ni otro perdon...
ResponderEliminarBellisimo poema este de Borges.
Un abrazo, amiga
Pedro, así es. Parece como si el alma humana no tuviera secretos para él.
ResponderEliminarFernando, a mi también me parece precioso.
Alfaro, cuántas veces he sentido yo algo parecido...
Antiqva, parece q el perdón es la única medicina. Será por eso tan difícil de conseguir?
Beso grande para cada uno de vosotros.
Casi nada...
ResponderEliminarUna auténtica delicia.
Una maravilla, Bacdiras.
ResponderEliminarBesos.