Viene siempre conmigo
metido en un bolsillo
que tengo yo en el alma.
Le llevo a todas partes
y aunque a veces me duela,
muchas más me da vida.
Me desvela en la noche
ese sendero incierto
que parece empeñado
en recorrer ya mismo,
me espanta su inocencia
porque sé que es muy frágil
detrás de esa apariencia
del que se come el mundo.
Siempre viene conmigo
y ójala yo pudiera
quebrar cada barrera
que le ponga el destino,
pero sé que no puedo.
Me he de quedar a un lado
sabiendo que él ya sabe
que es suyo mi camino.
Así que, día a día,
desde que le conozco,
cargo su dulce peso
dentro de mi bolsillo.
Y no me cuesta nada,
aunque me cueste mucho,
porque es como un regalo
llevar siempre a mi hijo.
metido en un bolsillo
que tengo yo en el alma.
Le llevo a todas partes
y aunque a veces me duela,
muchas más me da vida.
Me desvela en la noche
ese sendero incierto
que parece empeñado
en recorrer ya mismo,
me espanta su inocencia
porque sé que es muy frágil
detrás de esa apariencia
del que se come el mundo.
Siempre viene conmigo
y ójala yo pudiera
quebrar cada barrera
que le ponga el destino,
pero sé que no puedo.
Me he de quedar a un lado
sabiendo que él ya sabe
que es suyo mi camino.
Así que, día a día,
desde que le conozco,
cargo su dulce peso
dentro de mi bolsillo.
Y no me cuesta nada,
aunque me cueste mucho,
porque es como un regalo
llevar siempre a mi hijo.
Para Diego (otro mas),
en su cumpleaños.
A mí, en el bolsillo, me caben pocas personas, aunque las pocas que están valen un mundo... Simpática manera de expresar ciertos sentimientos...
ResponderEliminarSaludos.
Martín, en mi bolsillo cabe muy poca gente. Pero los q llevo, siempre están ahí, conmigo.
ResponderEliminarGracias por tu visita, un beso.
Ayyyy, Sara, preciosas palabras, no sabes cuanto me han gustado.
ResponderEliminarMe ha encantado la metáfora del bolsillo. Realmente no creo que haya sentimiento más intenso que el que se tiene por un hijo.
Felicidades para tu nene.
un beso
Hola guapa!
ResponderEliminarNo tengo aún el privilegio de tener un hijo, pero me ha encantado tu texto.
Imagino que tiene que ser el peso mas ligero de todos.
Un besico, muac! Este para ti, y este y muchas felicidades para Diego, muac!
Frabisa, muchas gracias. Mi nene es ya un tío con toda la barba. Pero eso da igual, porq los hijos siempre son algo q se lleva muy dentro, independientemente de su edad. Además, cuanto más tiempo pasa, más los quieres.
ResponderEliminarUn beso.
Hola, Cierzo. Gracias por mí y por Diego. Y, cuando tengas hijos, verás como todo tu mundo se transforma, se enriquece, y eso te cambiará como ninguna otra cosa antes. Seguro q lo disfrutas.
ResponderEliminarUn besico.
Son como pequeñas garrapatas que te chupan la sangre, como cohetes que estallan en el momento menos esperado, son como esa canción que tarareas durante todo el día sin que apenas te fijes en lo que cantas, son como una vela cundo se paga la luz, como un premio de la lotería que te toca todos los días.
ResponderEliminarSon unos pequeños enanos capaces de hechizarte y hacerte ver que no todo esta perdido, capaces de meterse en tus bolsillos incluso cuando estas desnuda.
Besos
A veces el peso no es ligero, casi nunca lo es..., será que hoy me siento demasiado agobiada?
ResponderEliminarun beso.
Ay, Petita... pequeños y grandes, los hijos siempre van con una. Cuando eran pequeñitos, venían físicamente; ahora es casi más pesistente su presencia.
ResponderEliminarAlfaro, el peso no es pequeño, pero es dulce. Y aunque duela, agobie, entristezca o preocupe, es un peso aceptado y tan amado. q por nada querrías liberarte de él.
Besicos para las dos.
un precioso regalo de cumpleaños. Besos.
ResponderEliminarMuy bonito. Felicidades Diego. Eres un solete Sara
ResponderEliminarHasta el infinito y más allá
Fernando y Masakoy, muchas gracias por vuestros comentarios. Y gracias por pasar por aquí y dejar la huella de vuestra presencia.
ResponderEliminarBesicos para ambos.
Los hijos, caben en el bolsillo hasta que dejan de hacerlo. Luego ya siempre se guardan en otros sitios más profundos...
ResponderEliminarSupongo q eso depende... Mi bolsillo es muy profundo, Cosquillas.
ResponderEliminarUn beso.
Me ha llegado al alma. Yo siempre lo llevo al mío, aunque no sé si él lo sabe. Ojalá yo también pudiera protegerlo de todos los males, en la sombra, sin interponerme en su camino.
ResponderEliminarUn beso.
Seguro q él lo sabe, Irene. Porq una de las pocas cosas seguras q tenemos es el amor de nuestra madre.
ResponderEliminarUn besico.