Le pido a mi sangre que fluya, como un arroyo manso y alegre, por el cauce previsto de mis venas y arterias, con la presión perfecta; que llegue a cada célula, cada órgano, cada sistema preciso como una organizada galaxia. Que los riegue y alimente como a flores del más bello jardín, para que todo siga su curso de milagros. Y lleno de amor a mi corazón, que late y es un canto.
Pides algo que es natural mientras vivimos y que de tan habituados no vemos con el asombro que merece.
ResponderEliminarUn abrazo, feliz Pascua.
Feliz Pascua para ti.
ResponderEliminarGracias por venir, un abrazo.