Caía la nieve en copos enormes, como si quisiera así
compensar su larga ausencia. Un cielo blanco y pesado, con un revoloteo
bailarín y frío. La ciudad tiritaba asombrada. Los coches circulaban despacio,
algunos ya empezando a cubrirse con el color del invierno. Toda la mañana ha
nevado. A mediodía, ni rastro de esa nieve. Como casi todas las cosas que
parecen tan intensas, tan para siempre. Pero no.
lunes, 5 de febrero de 2018
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
:)
ResponderEliminarBesos y salud
Besicos y gracias por venir.
ResponderEliminar