Y llega el otoño otra vez, de nuevo.
Se volverán oro los árboles tristes
los que no recuerdan que no están muriendo
si no descansando para tomar fuerza.
Un amor rojizo se abraza a las vallas
y pinta de ocres la ciudad entera.
Es tiempo de calma, es tiempo de uvas.
Es tiempo de siembra, es tiempo de espera.
De buscar abrazos cálidos y dulces.
De cerrar los ojos y contar estrellas.
Sara Royo
Me emocionó tu poema.
ResponderEliminarBesos.
Muchas gracias. A mi me emociona vuestro cariño.
EliminarUn besico.
¿Será el tiempo de las y los pelirrojos? :)
ResponderEliminarBesos y salud
Es posible....
EliminarBesicos, Genin.
abrazos cálidos y dulces...
ResponderEliminarSiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
ResponderEliminarCálidos y dulces, Y apretaos.
Besicos, preciosa.