miércoles, 3 de agosto de 2016

Calor



Calor. Ruido en la calle. Las luces de las farolas.
Hay un micro universo de cinco por uno, con macetas verdes. Un pequeño oasis urbano sobre las aceras que hierven aún.
Diminutas gotitas de agua caen sobre la piel caliente. Miles de minúsculos alfileres fríos que durante un segundo refrescan el aire. Una y otra vez llueve a pocos sobre la colchoneta donde ella intenta atrapar ese tren del sueño que pasa lejano.
Tardará en dormirse, como cada noche.
Dará muchas vueltas, se levantará, se pondrá a leer.
Y cuando, por fin, caiga en la tiniebla dulce de los sueños, estará pensando, como cada noche, en la suerte enorme de encontrarse allí. 
Y dará las gracias a quien corresponda.

2 comentarios:

  1. Y al despertarse a la mañana siguiente, le picarán los ojos por no haber dormido suficiente... :)
    Besos y salud

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  2. Jajajjajjjaaa
    No le pican los ojos, no. Está feliz.
    Besicos.

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