viernes, 26 de diciembre de 2008

Vergüenza



Si tú me miras, yo me vuelvo hermosa
como la hierba a que bajó el rocío,
y desconocerán mi faz gloriosa
las altas cañas cuando baje al río.
Tengo vergüenza de mi boca triste
de mi voz rota y mis rodillas rudas;
ahora que me miraste y que viniste,
me encontré pobre y me palpé desnuda.
Ninguna piedra en el camino hallaste
más desnuda de luz la alborada
que esta mujer a la que levantaste,
porque oíste su canto, la mirada.
Yo callaré para que no conozcan
mi dicha los que pasan por el llano,
en el fulgor que da a mi frente tosca
y en la tremolación que hay en mi mano...
Es noche y baja a la hierba el rocío;
mírame largo y habla con ternura,
¡que ya mañana al descender al río
la que besaste llevará hermosura!


Gabriela Mistral

2 comentarios:

  1. Hola soy Toñi. Encontré tu blog por casualidad. Has publicado un poema muy hermoso. Ha sido un placer leerlo. Feliz navidad y mis mejores deseos para el proximo año. Un beso

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  2. Hola, Toñi. Feliz Navidad para ti tambien. Estás en tu casa, bienvenida.
    Un besico.

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