sábado, 7 de noviembre de 2020

Un día gris


 

Pongamos que esto, todo, es un desastre, 
y que el día está gris y duele el alma.
Y que ahora mismo no estamos para nada.
Y que los cuerpos 
-el tuyo, el mío- están para el arrastre.

Dormimos mal anoche. Nos angustian
los discursos del odio y esos rostros
que parecen buscarnos en los muros,
en las ruinas del mundo.
(Tristeza y miedos nuevos en el aire)

Y pongamos que ahora son los héroes
los que vuelven de Troya derrotados,
los que muerden sudor y polvo y hierro.
Incluso los que encuentran
en los bares su isla del tesoro.

No deja de llover. Están los cielos
cubiertos como noche en una playa.
En los charcos se asoman las muchachas
que buscan sus amantes. 
En los árboles hay cien pájaros dormidos.

¿Qué importa este desastre? Si tú eres
este día gris, la noche y la tormenta,
este frío con este olor a leña
y, sobre todo, 
esta forma de amar que nadie sabe.
(Me esperas y yo espero a que tú escampes)

Rodolfo Serrano 

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