sábado, 29 de febrero de 2020

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El día amaneció gris, con un viento frío y fuerte que hace revolotear las hojas caídas de la calle. 
Es el último día de este febrero bisiesto, en el que algo ha terminado y algo, seguro empezará. 
Hay una leve promesa de lluvia escrita en el color del cielo. Y como las gotas alimentan la tierra y las raíces de la vida, este sábado tranquilo me descansa, me nutre y me llena de paz.

2 comentarios:

  1. Aquí se cumplió la promesa y hemos tenido lluvia, a ver si se cumple la de mañana... :)
    Besos y salud

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  2. Pues por aqui solo viento...
    Besicos, Genin.

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