martes, 15 de diciembre de 2015

Y qué hacer con la ternura






Y qué hacer con la ternura.   
Como agua en una cesta
se escapa por cada poro.
Sigue un rastro de amapolas
en un campo que no existe.
Se empecina, se acurruca,
sobrevive a cada noche.
Es absurdamente dulce.
Animalillo asustado
que aún no ha aprendido a huir.
Ha de llegar ese día
en que sabremos, pequeña,
qué hacer con tanta ternura.




Sara Royo


2 comentarios:

  1. Hay que llenarse de ella para poderla repartir por doquier... :)
    Besos y salud

    ResponderEliminar
  2. Seguramente tienes razón, Genín.
    Un besico.

    ResponderEliminar