Yo no sé casi nada.
Desaprendo deprisa. Me confundo,me ahondo, me encuentro con paredes
que nunca me estorbaron.
Lo que sabía antes apenas ya me vale.
Se rebela la vida. La fuerza se rebela.
Con un rigor de espuma
exacta e incontable
yo me esparzo lo mismo
sobre algún rompeolas.
Ahora andamos en eso:
en saber casi nada.
Sara Royo
.
Bellísima metáfora lo del rompeolas, Sara.
ResponderEliminarMe gusta este poema...
Abrazos
Muchas gracias, Meme. Tengo el blog poco activo. Pero, de tanto en tanto, me paso por vuestras casa y no os olvido.
EliminarUn besico.
Si, yo también ando en eso :(
ResponderEliminarSalud y besitos
También desaprendes, Genín? Suerte en la experiencia.
EliminarUn besico y gracias por venir.
Con el tiempo desaprendemos, quizá porque la vida nos llleva a otra coas.
ResponderEliminarEl poema me parece muy bueno, Sara.
Un abrazo.
La vida... ese espejismo q nos hace creer q llevamos el timón, cuando lo cierto es q ella maneja el barco entero.
EliminarMe alegra mucho verte por mi casa, gracias.
Un beso grande.
Quizas el secreto de la vida es que, al final, nos damos cuenta de que sabemos poco y lo poco que sabemos no nos sirve de mucho... Basta con agarrarse a lo esencial... Lo demás, realmente, importa poco...
ResponderEliminarUn abrazo, amiga
Siempre has sido un hombre sabio, amigo. Creo q has desvelado el único secreto: q sabemos poco y q eso poco tampoco sirve.. Desde niños aprendemos cosas equivocadas?
EliminarMuchas gracias por tu visita, q es siempre un placer,
Besicos.
Maravilloso!!
ResponderEliminarMuchas gracias, Chema.
EliminarBienvenido. Mi casa es tu casa.
Un besico.
pues a veces hace falta desaprender para dejar hueco para nuevos aprendizajes jajajaja.
ResponderEliminarSin duda. Pero es raro...
EliminarUn enorme abrazo. Te he echado de menos.