Me sirve y no me sirve
La esperanza tan dulce,
tan pulida, tan triste,
la promesa tan leve,
no me sirve.
No me sirve tan mansa la esperanza
La rabia tan sumisa,
tan débil, tan humilde,
el furor tan prudente
no me sirve.
No me sirve
Tan sabia tanta rabia.
El grito tan exacto
si el tiempo lo permite,
alarido tan pulcro
no me sirve.
No me sirve tan bueno
Tanto trueno
El coraje tan dócil
la bravura tan chirle,
la intrepidez tan lenta
no me sirve.
No me sirve
tan fría la osadía.
Si me sirve la vida
que es vida hasta morirse,
y el corazón alerta sí me sirve.
Me sirve cuando avanza
la confianza.
Me sirve tu mirada
que es generosa y firme,
y tu silencio franco sí me sirve.
Me sirve la medida de tu vida.
Me sirve tu futuro
que es un presente libre,
y tu lucha de siempre
sí me sirve.
Me sirve tu batalla
sin medalla.
Me sirve la modestia
de tu orgullo posible,
y tu mano segura
sí me sirve.
Me sirve tu sendero,
compañero.
La esperanza tan dulce,
tan pulida, tan triste,
la promesa tan leve,
no me sirve.
No me sirve tan mansa la esperanza
La rabia tan sumisa,
tan débil, tan humilde,
el furor tan prudente
no me sirve.
No me sirve
Tan sabia tanta rabia.
El grito tan exacto
si el tiempo lo permite,
alarido tan pulcro
no me sirve.
No me sirve tan bueno
Tanto trueno
El coraje tan dócil
la bravura tan chirle,
la intrepidez tan lenta
no me sirve.
No me sirve
tan fría la osadía.
Si me sirve la vida
que es vida hasta morirse,
y el corazón alerta sí me sirve.
Me sirve cuando avanza
la confianza.
Me sirve tu mirada
que es generosa y firme,
y tu silencio franco sí me sirve.
Me sirve la medida de tu vida.
Me sirve tu futuro
que es un presente libre,
y tu lucha de siempre
sí me sirve.
Me sirve tu batalla
sin medalla.
Me sirve la modestia
de tu orgullo posible,
y tu mano segura
sí me sirve.
Me sirve tu sendero,
compañero.
Mario Benedetti
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Sara, qué gustazo volover a leer una entrada en elixir.
ResponderEliminarUn abrazo.
Desechemos lo que no sirve...
ResponderEliminarMe alegra volver a leerte.
Besitos y salud
Me gusta mucho el poema. Besos!
ResponderEliminarHacen falta más gotas de tu elixir, Sara.
ResponderEliminarMe alegra compartirte.
Un beso
Un trago de vino gozoso contigo...
ResponderEliminarsi me sirve.
Abrazos amiga Sara...me encantó el poema.
Un texto precioso que "me sirve"
ResponderEliminarHasta el infinito y más allá
Al final me enamoro de Mario Benedetti pero también de tí.
ResponderEliminarHasta el infinito y más allá
muy bonito poema. grande Benedetti.
ResponderEliminarUna poesía como para llevarla a mano y tenerla siempre presente. Gracias.
ResponderEliminarA mi también me sirve la mirada.
ResponderEliminarAlfaro,
ResponderEliminartambién es para mi una alegría leerte.
Genin,
desechamos casi todo, con una alegría atolondrada.
JotaEfe,
a mi me gusta muchísimo también.
S.,
lo es, un bellísimo poema.
Eloy,
pues a ver si me organizo mejor.
Peregrina,
de vino bueno, extraordinario, en este caso.
Masakoy,
también me sirve, y mucho. Y cómo no enamorarse de Mario?
David,
bienvenido a tu casa.
Goathe,
es importante tener claro lo q sirve y lo q no, y cuando deja de ser así.
Otra vez me disculpo por vosotros por mi poco tiempo y mi pésima organización de ese poco tiempo. A ver si soy capaz de hacerlo un poco mejor.
Besicos para todos.
Benedetti es un antídoto para olvidar y vitamina concentrada para el alma.
ResponderEliminarUn saludo
Santa, tienes toda la razón, Benedetti es una medicina para el alma.
ResponderEliminarBienvenido.