En el tabaco, en el café, en el vino,
al borde de la noche se levantan
como esas voces que a lo lejos cantan
sin que se sepa qué, por el camino.
Livianamente hermanos del destino,
dióscuros, sombras pálidas, me espantan
las moscas de los hábitos, me aguantan
que siga a flote entre tanto remolino.
Los muertos hablan más pero al oído,
y los vivos son mano tibia y techo,
suma de lo ganado y lo perdido.
Así un día en la barca de la sombra,
de tanta ausencia abrigará mi pecho
esta antigua ternura que los nombra.
Julio Cortázar
Caras muy felices!
ResponderEliminarPor algo será...
Salud y besitos
Qué bueno leerte de nuevo, Sara. E intuirte quizá entre ese grupo de amigas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Marpin y La Rana
Echo de menos ese cuadradito que dice de izquierda a derecha... y los nombres.
ResponderEliminarUn abrazo.
Este Cortazar es la pera, de Rayuela al soneto.
ResponderEliminarUn verso compartido, mientras sonriendo una foto para el recuerdo. Besos.
ResponderEliminarGenin,
ResponderEliminarestaban mis chicas muy felices ahí, festejando cualquier cosa y me enviaron, como siempre, la imagen de su alegría. Para q yo la compartiera.
Marpin y la Rana,
(q nunca sé si hablo con Marpin o la batracia) no, no estoy en esa foto. Yo vivo lejos de ellas, pero solo en los kilómetros.
Alfaro,
son: Nines, Leo, Mariaje, Isa, Paloma, Jaci, Mayte, Encarna, Marisa y Puri. Aún falta alguna. Y yo.
Jose,
sí q Cortázar es la pera. Todo lo q hace, lo hace bien. Me gusta barbaridad.
Pamela,
y seguiremos sonriendo, a pesar de la vida y las ausencias. Porq somos peleonas y supervivientes, porq nos apoyamos y nos queremos.
Muchos besicos para todos.