jueves, 18 de julio de 2024

Un viejo recuerda



En la plaza sin luz miraba el hombre,
cansado como un árbol y tan sólo.
Andaba el corazón por las esquinas,
revuelto entre la vida agonizante
en la farola triste y amarilla.

Contemplaba la noche que llegaba
silenciosa. Los niños se habían ido.
Una pareja cogida de la mano
cruzaba el empedrado y se perdía
en busca de lo oscuro donde amarse.
Y el viejo estaba sólo. Respiraba
el  aire azul. La angustia de la luna
en lo más alto. Algún rumor lejano.

Por los ojos del viejo se cruzaban
viejas fechas, antiguos calendarios.
Recuerdos de otros tiempos cuando era
más joven y tenía todo el miedo
del mundo prendido en la garganta.

¿Cómo era, Dios mío, cómo era
el color de las cosas? ¿Cómo era
el nombre de la muerte en la cuneta?
Y no poder morirse. O no quererlo
aunque le llegue como una dentellada
el miedo, el miedo y miedo que sintiera
ese temblor del cuerpo y ese llanto. 

Ya no sabe muy bien si fueron suyos
los himnos que vencieron, ni siquiera
es capaz de saber. En esta noche
le viene, muy fugaz, por la cabeza
esa maldita fecha: dieciocho
de julio del año de la infamia.

Rodolfo Serrano

2 comentarios:

  1. Este enorme poeta es el padre de Ismael Serrano. De casta le viene al galgo... Besicos.

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