domingo, 31 de diciembre de 2017

Fin de año

(Foto de Pedro Sabalete)




En unas horas habremos dado fin a un año poco fácil.
Las cosas van y vienen, ya se sabe. Pero, en ocasiones, son más las que se van. Cosas que no siempre son cosas: un trabajo, un sentido, una estabilidad, una manera de vivir…
Vino él. Eso es lo mejor de este año. La llegada de ese niño dulce, con su arsenal de vida y de esperanza.
Así se juega a esto. No siempre tocan buenas cartas, pero se hace lo mejor que se puede con las que se tiene. Y tampoco son tan malas, porque la sonrisa de ella aleja cualquier tormenta, y hay tanto cariño cerca que miras a tus hijos y se recoloca el mundo. Ese mundo absurdo que se separa, que mata y muere por motivos idiotas y del que me bajaría con mucha frecuencia.
Amistades que se fueron, amistades que llegaron. Amistades de siempre, ahí, inamovibles como un acantilado protector. Gente llena de calor, de luz. Mi gente.
Me despido de este año. Ojala el nuevo nos traiga más y mejor de todo. O, como dice una amiga mía, que no nos falte lo necesario.

Pero, sobre todo, que no nos faltemos los unos a los otros. Que sepamos estar cerca, cuidarnos, escucharnos, ayudarnos, querernos. Que así sea. Desde el corazón os deseo un año entero de amor. Del mejor de los amores: el amor por la vida.


2 comentarios:

  1. Muchas gracias por la parte que me toca... :)
    ¡Feliz 18!
    Besos y salud

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  2. Feliz año, Gegin. Que sea maravilloso para ti.
    Un besico.

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