sábado, 12 de agosto de 2017

...




A menudo no sé nada.
Es como si tanto error, tanta lágrima, tanto tiempo, no hubieran servido. Como si los minutos y las horas vividas, los días y las noches, el morirse de risa o de miedo, no hubieran dejado un mínimo rastro de sabiduría. Como si el amor y el abandono, las amapolas y la lluvia, los veranos, los inviernos, los otoños, las absurdas primaveras, estuvieran escritos sobre un encerado que alguien ha borrado.
Pero luego haces memoria y sí. Todo está ahí. Todo. Y me doy cuenta de cómo son las cosas. Me ratifico en esta vida que respiro y agradezco cada día.
Me sigo escondiendo, modificando, maquillando las ojeras, dejando ver lo que quiero que se vea.
Normalmente, nada es lo que parece.

6 comentarios:

  1. Cierto, muchas veces, nada es lo que parece...
    Besos y salud

    ResponderEliminar
  2. Así es Sara. Nada es lo que parece y todo nos sirve, aunque algunos días solo veamos humo o niebla.
    Muchas gracias por tu visita.
    Besicos muchos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me hace mucha ilusion tu visita. Gracias por venir, un besico.

      Eliminar
  3. Todo sirve, incluso las absurdas primaveras. Ganas de verte.

    ResponderEliminar