sábado, 6 de mayo de 2017

Expediente X

(Foto de Teresa Salvador)





Aquel día pasó algo.
Si yo hubiera creído alguna vez en algún dios habría jurado,
que fue un puto milagro.
Si hubiera sido astrónomo supongo que le hubiera puesto un nombre raro:
planeta enano K7232, por ejemplo.
Pasó que me miraste y te miré y todo lo que había alrededor
-las sillas y las mesas y los platos y los autobuses,
las grandes avenidas, las latas de refresco y las señoras
en las peluquerías o los paraguas-
suelo incluido,
desapareció.

Si hubiera sido mago...¿Y alquimia? No, tampoco. No se trataba de la tabla periódica
ni
de la fusión de dos átomos ni por supuesto, qué tontería,
de una maldición.
Sólo el olor de los naranjos, y en la miel de tus ojos,
el amor.
Joder, yo sólo pasaba por allí.

Billy MacGregor

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