jueves, 14 de julio de 2016

Cosas que merecen la pena

(Foto de Teresa Salvador)





Cosas que merecen la pena. O, mejor aún: la alegría.
A saber:
El mar, una noche de verano durmiendo en la terraza, el olor de la tierra mojada, del café recién hecho y del césped cortado. Mi peke, cantando en inglés. Mirarte al espejo y pensar: joder, estás guapa. Un whatsapp de alguien que te hace reír. Una propuesta inesperada para ir al cine de verano. Pensar en tus hijos y sonreír. Que tu vieja orquídea florezca este año, otra vez. Nuevos amigos. Los amigos de siempre. Proyectos de hacer cosas en casa. Trabajo para realizar esos proyectos. Un café con leche condensada y hielo a media tarde. Beber sandía. Que le digas a una amiga que tienes monazo de mar y te ofrezca, de corazón, la llave de su casa de Calpe. El manojo de lavanda, robada con alevosía, secándose en la repisa de la chimenea. Sanar, sin prisa y sin pausa, cada una de las heridas. Aprender a caminar despacito. Una tormenta. Saludar a ese perrico del parque, sabiendo que siempre voy a tener mas feeling con un animal que con muchas personas. Ese abrazo q le doy a Mister cada vez que me lo pide, y ronronear casi como él. Isabel María que canta el elefante que se balanceaba. Elvira y yo, contándonos los novios. 
Y un millón más de cosas. Cuánto que agradecer.

2 comentarios:

  1. Cierto, las pequeñas cosas que nos hacen la vida llevadera y a veces hasta razonablemente feliz... :)
    Besos y salud

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