Cuando quise leer la caligrafía de las brasas,
las palabras sin certezas  hacían un ruido de celofán
entre los dedos, ya entonces alguna brecha  abierta,
arrugas que no supe interpretar. Las manos de un
alfarero  loco modelaban mi sombra y el orfebre puso
a secar mi corazón encima de  la empalizada.
De "Dados y dudas"  1996
Amalia Iglesias
martes, 1 de julio de 2014
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)






Precioso, enhorabuena, Sara.
ResponderEliminarSí q es un poema precioso. Ella escribe muy bien.
ResponderEliminarPerdona la tardanza en responderte. Un besico.