Me compré un cuaderno de los de tapa dura y lomo de piel, para escribir un libro de poemas. Luego resultó que los poemas solo me salían si los escribía en papeles sucios. Y aunque eran excelentes, lo juro, se convertían en malos al pasarlos a limpio en el cuaderno especial de tapa dura y lomo de piel, como si los poemas no fueran partidarios de aquella forma de desclasamiento. Tu mundo, me decían, está en los cuadernos baratos, en el papel higiénico o de cocina, en los folios usados, en las libretas escolares... Escribí un libro de poemas en un cuaderno de contabilidad, utilizando solo la zona del "Debe". Y era perfecto, créanme. Se lo entregué al editor, que decidió hacer una tirada corta, para bibliófilos. Pero una vez publicados resultaron defectuosos, como si los hubiera escrito en el "Haber". Mis poemas solo eran buenos mientras permanecían en papeles manchados. Solo eran buenos a condición de no existir. Eso me desanimó, pero no dejé de escribirlos. Tengo miles de ellos. No puedo demostrar que son geniales porque se deterioran apenas los enseño. Continúo comprando cuadernos caros, de los que venden en las tiendas de los museos y en las papelerías de lujo. Todos ellos permanecen vírgenes, esperando un conjunto de poemas imposibles.
Una vez al mes, para provocarme, ovulan y sangran y están tristes como un útero vacío. Soy un poeta genial indemostrable. Escribo poemas sucios en las esquinas de las páginas de los periódicos, en los pañuelos de papel usados, en los espacios libres de las cajas de paracetamol o codeína, en los lunes y martes de todas las agendas, en el reverso de las multas de tráfico y de las recetas del médico, incluso en la palma de la mano, y en la muñeca, a la altura por la que otros se abren las venas. Pero si alguien los lee, se vuelven malos, al modo en que la luz destruye a los vampiros.
Una vez al mes, para provocarme, ovulan y sangran y están tristes como un útero vacío. Soy un poeta genial indemostrable. Escribo poemas sucios en las esquinas de las páginas de los periódicos, en los pañuelos de papel usados, en los espacios libres de las cajas de paracetamol o codeína, en los lunes y martes de todas las agendas, en el reverso de las multas de tráfico y de las recetas del médico, incluso en la palma de la mano, y en la muñeca, a la altura por la que otros se abren las venas. Pero si alguien los lee, se vuelven malos, al modo en que la luz destruye a los vampiros.
Juan José Millás
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qué grande es millás!
ResponderEliminarbesos demostrables
creo que es lo primero de él que leo, me gusta :)) muchas gracias por tu comentario :)) yo también me he reído de lo lindo con Gerald Durrell, sus libros son adorables :)) biquiñossss
ResponderEliminarLo primero que leí de Millás fue "Papel mojado" y me atrapó. Fue una de las pocas lecturas obligadas del cole que me leí en un solo día y me encantó. Este texto que nos has puesto hoy no lo conocía, pero es una pasada, me encanta, y se que eso le pasa a mucha gente.
ResponderEliminarUn abrazo, guapa.
Pues mira que si estaba usado el papel higiénico...
ResponderEliminarSalud y besitos
Los viernes por la tarde me desplazo siempre al mismo sitio, pongo la radio en el coche y me acompaña Juan José, con sus locuras, con sus palabras...
ResponderEliminarjunto a Gemma Nierga.
Es mi momento especial d e viernes.
Un abrazo
Maravilloso y un gran escritor. Se me ocurren dos ideas para poder leerlos: hacerlo por la noche que es cuando los vampiros se dejan ver,o pegar los trozos escritos en las paredes como graffitis. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias por pasar por mi blog, yo si me lo permites pasaré por el tuyo y me pondré al día pronto. En cuanto a Millás es un hombre que me gusta y me disgusta a parte iguales
ResponderEliminarQue gran poeta y persona Millás!! Me ha encantado Sara
ResponderEliminarun beso de tu niña gallega
sara
Buena elección para este agradable rincón de mundo-blog.
ResponderEliminarUn abrazo.
Millás es muy bueno... y a tí gracias por traérnoslo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Quiero recordar que en otro texto de Millás yo te confesé mi debilidad por este genial escritor. También lo suelo oír por la radio y leo sus artículos periodísticos...He intentado aprender de él...pero tendré que volver a utilizar los sobres de las cartas abiertas para escribir.
ResponderEliminarGracias por el texto y un abrazo.
En 'tiempos' tienes uno de ellos dedicado, puedes bajarlo en pdf , es gratis.
ResponderEliminarUn abrazo.
A muchos les pasa eso... por eso por las noches los poemas te muerden en el cuello y te despiertas sangrando versos.
ResponderEliminarBesos.
Has elegido un texto que enamora, precioso.
ResponderEliminarBesinos.
Excelente la descripción de lo que pasa con lo que hacemos para nosotros cuando lo exponemos a la vista de los demás.
ResponderEliminarSalu2
Quizás tan solo Millás sea capaz de contar con gracia y dolor a partes iguales como lo mejor de nosotros mismos se viene abajo ante la mirada indiferente de otros.
ResponderEliminarGracias,
Me encanta Millás, es que me encanta todo lo que escribe. Es genial (y es premio nacional de narrativa, si no me equivoco).
ResponderEliminarVírgenes somos los hombres y mujeres, siempre (porque nadie nos cala tan hondo como para dejar de serlo), pero un poema... ay dios, un poema nace copulando.
Un gran abrazo. Te he "linkeado" y no sólo en el blog. Gracias.
Chuff!!
Buenísimo. Millas es genial.
ResponderEliminarMe encanta leer sus textos que publica en El Pais...
ResponderEliminarSiempre tremendamente atinado...
Un abrazo
Genial el texto de Millás, Sara.
ResponderEliminarY es que es así. Los poemas surgen cuando surgen y lo mejor es apresarlos al momento en aquello que tengamos a mano, billete de metro, pañuelo de papel...
No se puede negar que tiene un punto de vista único de ver la realidad.
R.,
ResponderEliminarsí q lo es, un enorme escritor.
Plinnn,
bienvenida. Ya q a ambas nos gusta Durrell, espero q Millás también llegue a gustarte.
Besicos (demostrables) para los dos.
Eva,
ResponderEliminares q parece q las palabras tengan vida propia...
Genin,
pues algún trocillo de papel habría aún disponible para escribir, espero.
Muchos besos.
Marci,
ResponderEliminarqué bien q hayas conseguido un momento especial cada viernes. Debería hacerse eso por decreto ley. :)
Paz,
bienvenida. Me gusta lo de pegar las palabras a la paredes, sería una habitación muy acogedora.
Un abrazo, chicas.
Fontanero,
ResponderEliminarfué un placer visitar tu blog, y seguiré haciéndolo. Millás me gusta como escritor, y es q no le pido más. Bienvenido.
Sarica,
me alegro de q te haya gustado. Espero q en tu tierra haya parado de llover y estés muy bien.
Besicos para los dos.
Marpin y la Rana,
ResponderEliminarme alegro de q os haya gustado (no sé si a la Rana más...)
Emilio,
sí q es bueno, algunos de sus artículos me parecen verdaderas joyas.
Un abrazo.
Mateo,
ResponderEliminarpues es un buen ejemplo para aprender. Yo también lo sigo intentando. :)
Alfaro,
gracias. Echaré un vistazo.
Besicos.
Antifaz,
ResponderEliminarpero qué bonito... Y es verdad q se sangran versos, algunos son más rojos q la misma sangre y duelen, duelen mucho.
Fabia,
estamos de acuerdo, es un texto precioso.
Un abrazo para ambos.
Juan Carlos,
ResponderEliminares cierto q las cosas cambian según quien las vea. O según como las miremos.
Pilar,
a veces lo mejor de uno pasa desapercibido para la mayoría. Quizás debería importarnos menos la opinión de los demás y mucho más la nuestra.
Un beso grande.
Zen,
ResponderEliminarpues estoy encantada con el linkeamiento, q lo sepas. :)
Raquel,
celebro q estemos de acuerdo.
Besicos, amigos.
Antiqva,
ResponderEliminaryo leo esos textos como si me tomara un helado, con el mismo gusto.
Cristal,
yo he escrito en cualquier papelucho, mientras iba en bus o esperaba a una amiga... eso hay q atraparlo en el momento y solo así será auténtico.
Un abrazo.
Bufff... Brutal. Exquisito amiga, exquisito. Besos y mordiscos.
ResponderEliminarasi es la inspiracion, no le gusta amoldarse a nada...la mia esta inspirada en otras cosas, y no mas en escribir...ya le llegara su momento, a su propio ritmo, lentamente.
ResponderEliminarbesitos
Miguel, me alegro de q este texto te guste tanto como a mi.
ResponderEliminarBesicos.
Gota,
ResponderEliminarpues sí. Va y viene a su antojo, y hay q atraparla en el momento en q se presenta. Cuando sea el momento, escribirás, y será muy bueno, estoy segura.
Un besico, cielo.