En el verde del suelo
pintan las amapolas
sus grandes lagos rojos.
Los dos extremos de mi vida
limitan a un lado con asfalto,
al otro con el tiempo,
al otro con la ausencia
y se desdibujan cada vez más
y ya no sé
si se han desangrado las flores
o lo que mancha el campo
son los trozos
de mi fragmentado corazón
que se multiplica como panes y peces,
que se hace grande, grande,
que se extiende infinito
señalando el camino
como si hiciera falta,
como si no supiera
que no lo necesito
para seguir viviendo.
pintan las amapolas
sus grandes lagos rojos.
Los dos extremos de mi vida
limitan a un lado con asfalto,
al otro con el tiempo,
al otro con la ausencia
y se desdibujan cada vez más
y ya no sé
si se han desangrado las flores
o lo que mancha el campo
son los trozos
de mi fragmentado corazón
que se multiplica como panes y peces,
que se hace grande, grande,
que se extiende infinito
señalando el camino
como si hiciera falta,
como si no supiera
que no lo necesito
para seguir viviendo.
.
Qué bien...se echaban de menos tus versos.
ResponderEliminarUn besico.
:)
Es verdad, se echaban de menos.
ResponderEliminarLinda metáfora la de rojo sangre corazón en las amapolas.
sí, se echaban de menos lagos rojos de flores desangradas, manchas de un corazón que se extiende como marea roja, versos rojos como los de este poema, que hoy a las 14'41 me ha tintado de rojo, de arriba a abajo.
ResponderEliminarun gran beso rojo, Sara
Que precioso poema Sara, me ha encantado!!
ResponderEliminarbesos de tu tocaya y niña gallega
sara
Precioso juego de metáforas de lagos rojos,sangre de flores y corazón fragmentado.
ResponderEliminarQué bonitas son las amapolas y que efímeras!
ResponderEliminarUn besito sara que se te echaba de menos.
Magnanimo, tus palabras siempre quedan golpenado entre las paredes de mi día
ResponderEliminarLo que me faltaba... yo entraba buscando un soplo de aire fresco, y con lo desdibujado que me encuentro en estos momentos casi que me entran ganas de echarme a llorar.
ResponderEliminarVendrán días mejores, seguro, suele pasar a veces.
Hola Sara, gracias siempre por pasarte por mi blog. Lo he cerrado un tiempo, necesito irme, pero me parecía mal no contestar las últimas entradas.
ResponderEliminarCuídate y un abrazo
Me encantan las amapolas
o lo que mancha el campo
ResponderEliminarson los trozos
de mi fragmentado corazón
que se multiplica como panes y peces (...)
Qué duro y doloroso.
La parte buena (todo tiene un lado bueno) es que si en fecto fueran los trozos deperdigados de un corazón, se pueden recoger, reunir.
Tantas veces vemos el corazón fuera del pecho...
Conmovedoras letras, Sara...
Un abrazo!
con las cerezas, las amapolas son otros de mis fetiches de la primavera-verano...un beso.
ResponderEliminarSara amiga que placer leer este poema!!!
ResponderEliminarTu grande corazón encontrará lo que merece ...lo mejor te está esperando...campos llenos de rosas...lirios...margaritas...y amapolas sin desdibujar ...para ti.
Un abrazo a tu bello corazón de poeta.
Bellísimo, tanto el poema como la imagen.
ResponderEliminarUn abrazo
que maravilla...
ResponderEliminarcomo me gustan las ampolas, tan sencillas y tan frágiles pero tan bellas!
¿ya tienes el problemilla solucionado?
Jorge,
ResponderEliminargracias por echarme de menos, me hace ilu ^^.
Anatxu,
siempre me parecen los campos de amapolas sangre roja y brillante. Seré medio vampira? :)
Besicos a los dos.
Eloy,
ResponderEliminarpero qué bonito lo q has escrito... una respuesta poema, o un poema q responde...
Sara,
los corazones se pueden hacer pequeños como avellanas o grandes como océanos; todo depende del momento y del sentimiento.
Besos para Eloy y mi tocayica.
Doctor,
ResponderEliminaresos lagos rojos se multiplican en este tiempo. A veces son rojos los campos, sangre y turquesas me parecen los trigales. Un poco más adelante, cuando el grano madure, será sangre y oro, q tampoco está mal.
S.,
quizás por efímeras, son tan hermosas. Lo q dura poco se aprecia mucho más, como la vida, como la infancia, como un helado de chocolate en agosto. Gracias por echarme de menos, wapa.
Besos para los dos.
Leo,
ResponderEliminargracias por venir y comentar y dejarme siempre una sonrisa.
Thomas,
pues ya siento no ser aire fresco q sopla, y más en un momento de desdibujamiento de esos. Un poema cuenta un sentimiento, una sensación, un momento puntual. Este poema lo hace. No significa una tristeza continua, es más q de repente eso se te pasa por la cabeza y el corazón y lo atrapas, y lo escribes, y lo compartes. Por supuesto q vendrán tiempos mejores. Y, posiblemente, peores. Pero los superaremos y disfrutaremos todos porq somos increíbles. Así q de llorar nada, a no ser q sea de risa. ;)
Besicos, amigos.
Gata,
ResponderEliminardisfruta de tu tiempo. Sentiré no leerte, estaré esperando tu vuelta.
Lena,
muchas, muchas veces tenemos el corazón fuera del pecho. Igual q se hace pedazos, explota de alegría. Caprichoso y tierno corazón.
Besicos a las dos.
Fernando,
ResponderEliminarlas amapolas son el verano. Anuncian el calor, las vacaciones, otra forma de vivir...
Peregrina,
cuanta ternura me traes siempre! Eres un encanto, de verdad.
Muchos besos.
Raquel, muchas gracias. La foto la pillé en la red, se parece a lo q veo camino a mi otra casa.
ResponderEliminarUn besico.
Marci,
ResponderEliminarpues, de repente, puedo poner las tildes. Creo q el bicho no se ha muerto y le he pasado cienes de veces el antivirus..., pero de momento va mejor. No sé lo q durará.
Un besico.
Claro que puedes llevarte mis poemas a tu blog. Les conozco y sé que les hace mucha ilusión. Les encanta viajar y conocer otras gentes. Además, se portan bien y son muy agaradecidos.
ResponderEliminarbesicos
eloy
Gracias, Eloy. Me lo traigo para acá.
ResponderEliminarUn besico.