Olvido algunas cosas.
Olvido, por ejemplo, algunos nombres.
Muchos odios. Palabras
que no debí decir.
Incluso de ti misma he olvidado
instantes que pensé siempre estarían
sangrando en mi memoria.
Pero nunca olvidé la forma en que me hacías
el amor. Ni tampoco tu rostro en el momento
en que morías
agarrada a mi carne.
Siempre quedan,
a pesar de los días olvidados,
unos ojos perdidos en la nada,
un jadeo animal y un rostro único
que sólo en un segundo se convierte
en toda la razón de la existencia.
Es eso lo que queda
de todo amor eterno. Y es bastante.
O es lo que quisiera que quedara
cuando intento
acordarme de un cuerpo
que tal vez nunca fuera de mis manos.
Rodolfo Serrano
Olvido, por ejemplo, algunos nombres.
Muchos odios. Palabras
que no debí decir.
Incluso de ti misma he olvidado
instantes que pensé siempre estarían
sangrando en mi memoria.
Pero nunca olvidé la forma en que me hacías
el amor. Ni tampoco tu rostro en el momento
en que morías
agarrada a mi carne.
Siempre quedan,
a pesar de los días olvidados,
unos ojos perdidos en la nada,
un jadeo animal y un rostro único
que sólo en un segundo se convierte
en toda la razón de la existencia.
Es eso lo que queda
de todo amor eterno. Y es bastante.
O es lo que quisiera que quedara
cuando intento
acordarme de un cuerpo
que tal vez nunca fuera de mis manos.
Rodolfo Serrano
No he podido evitar trerme este poema, uno de los maravillosos poemas de Rodolfo Serrano (http://rodolfoserrano.blogspot.com/), cuyo blog no podéis dejar de visitar. Gracias, Rodolfo.
.
Buen descubrimiento, este Rodolfo.
ResponderEliminarGracias pestañica¡¡
gracias por darnoslo a conocer y no guardarlo para ti sola. :)
ResponderEliminarYo creo que de el amor, ademas de eso, siempre queda algo mas.
ResponderEliminarSi, ya se, es que soy un ingenuo.
Un abrazo, amiga
Pues sí, Sara,
ResponderEliminaryo creo que es bastante.
Olvidar y recordar.
Es absolutamente precioso.
ResponderEliminarMis felicitaciones al autor
besos y gracias guapa
Olvidar los odios..., el resto ...
ResponderEliminarQue haríamos si no pudiéramos olvidar, seria terrible!
ResponderEliminarBesitos y salud
--Doctor odio a mi mujer
ResponderEliminar-- ¿ ?
--Odio a mi padre, a mi madre
--¿ ?
--Y de puro placer odio a mis vecinos y a .....
--¿Pero bueno y qué quiere usted que yo le haga?
--¿Es que no es usted médico del "odio"?
--No, hombre, no. Soy médico del "oído". Aprenda usted a leer......
Seguro que doy la nota con estas tonterias ante una poesía tan bonita y tan preciosa; pero se me he venido a la memoria este viejo chiste y es que no puedo resistir la tentación
Segundo G.
rodolfo es grande, yo descubrí su blog a través de sonia fides, y tiene versos que calan hondo. un abrazo sara.
ResponderEliminarBufff.... Qué auténtica maravilla... Inconmensurable y brutalmente certero en todas y cada una de sus afirmaciones. Besos y mordiscos.
ResponderEliminarMe ha encantado Sara, un descubrimiento fantástico, cuánta pasión, qué intesnso escribe Rodolfo.
ResponderEliminarGracias por tantos regalos hermosos.
Besos
Qué bonito descubrimiento!
ResponderEliminarVerdaderamente el poema es precioso. No conocía a Rodolfo Serrano. Gracias por darmelo a descubrir.
ResponderEliminarUn abrazo
Precioso poema. Visitaré su blog ( y éste)
ResponderEliminarun saludo
Gracias por introducirnos a este poeta -me ha encantado el poema y cómo evoca ese momento íntimo. Un beso
ResponderEliminarAmigos, me gusta q os guste. Intento compartir con vosotros letras hermosas, poemas q me llegan.
ResponderEliminarBesicos para cada uno de vosotros.
Hola Sara .
ResponderEliminarGracias por compartir este gran poema...y por darnos a conocer el blog de Rodolfo gran autor.
Un abrazin y feliz fin de semana.
Peregrina, feliz finde para ti también.
ResponderEliminarUn besico.
que bonito.. me gustó mucho!
ResponderEliminarun abrazo!
Maga, bienvenida. Celebro q este poema te guste tanto como a mi.
ResponderEliminarUn besico.