Digo tu nombre abierto para el mío,
me ciño con tu nombre, penetro por tu nombre,
me reposo en tu nombre, lo repito
en mi vocabulario de quererte,
y repetir tu nombre,
modelarlo con voz de amorosa costumbre,
es recoger palabras de sonrisa,
es recibir palabras de colores,
es aceptar palabras de flor nueva,
de complacencia,
y prosigo en tu nombre
en donde todo es bueno y es de amor,
en donde abro ventanas de buen tiempo
y de noches desnudas para vivir en ti.
Tu nombre es de piel tibia y pensamiento claro.
Yo persisto en tu nombre. Soy tu nombre.
ENRIQUE BADOSA ( España, 1927 )
ser todo palabra y todo nombre para ser en ti
ResponderEliminarSer uno mismo mientras se es parte de otro, sin herir, sin renunciar, sin abdicar ni perder.
ResponderEliminarUn beso, Amor.
ese nombre transmite amor. Besos.
ResponderEliminarA veces todo el amor está en un nombre. A veces, todo el odio.
ResponderEliminarUn besico, Fernando.
Sara he visto tu comentario respecto a mi madre que estaba ingresada, lamentablemente falleció
ResponderEliminarUn abrazo.
Javier, lo siento mucho. Se bien lo duro q es perder a los padres.
ResponderEliminarUn enorme abrazo.
Reconocerse en el otro, en lo que nos rodea.
ResponderEliminarUn trago exquisito.
Un besillo.
Hola Sara
ResponderEliminarLeí el comentario que dejaste sobre mi relato en el blog lascosquillasdellobo.blogspot.com. Es verdad, la guerra es terrible, pero lamentablemente es parte de la condición humana.
Me gusta tu blog, voy a linkearlo al mio. Te invito también a que lo visites, espero te guste, hay relatos, poesía, opiniones...
www.generación-cochebomba.blogspot.com
besos desde el Perú
Martín Roldán Ruiz
Me conmueve su intensidad y apasionamiento. Te lo agradezco, no he leido nada del autor.
ResponderEliminar--
Saludos, Goathe.
Precioso...
ResponderEliminarLo añado a mi lista de lecturas pendientes (que cada dia es más larga!).
Un besote.
Bacdiras, reconocerse aún a pesar del otro: eso es lo mas difícil.
ResponderEliminarUn beso.
Martin, bienvenido. Prometo ir a ver tu casa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Goathe: a veces, vagando por la red, se encuentran cosas tan bellas como esta... y la belleza hay q compartirla.
ResponderEliminarUn beso.
Hola, Irene. Yo tambien tengo una larga lista de lecturas pendientes. Poco a poco...
ResponderEliminarUn besico.
Visitando a los comentaristas de Pedro he dado contigo y mira por donde los dos somos de Zaragoza.
ResponderEliminarQué casualidad también que nuestras metas coincidan: ser felices :)
En cuanto al post, podría pensar que se estaba refieriendo a un nombre muy especial que todos llevamos en nuestro interior y al que en ocasiones se le conoce por el Nombre.
Encantado, Sara, un abrazo
Gracias por escribir en mi blog Sara, vuelve cuando desees, eres bienvenida. Yo tambien te agregue, asi que tambien amenazo con volver.
ResponderEliminarUn abrazo
Martín Roldán Ruiz
Qué hacer cuando nos faltes las palabras, los conceptos, y todos seamos un número en un registro? Cómo enamorarnos de un código de barras?
ResponderEliminarHola, Julio. Además de paisanos, coincidimos en la meta... aunq en eso me parece q estamos empeñados muchos. Interesante apreciación esa, pero más bien creo q el poeta se refiere al nombre propio de alguien.
ResponderEliminarBienvenido, estás en tu casa.
Un abrazo.
Martín, nos seguiremos leyendo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cosquillas, nos enamoramos de cualquier cosa. Y entonces, esa cosa se convierte en única.
ResponderEliminarUn besico.
Hay que sentir mucho para escribir así.
ResponderEliminarPrecioso poema, nada empalagoso y con mucho sentimiento, me ha encantado.
un beso, guapa
Frabisa, celebro q te guste tanto como a mi.
ResponderEliminarUn besico.
Ignoro quién es Enrique Badosa, pero este poema es memorable. Lo buscaré.
ResponderEliminarA veces se tiene suerte y se encuentra algo así. Es un poema bellísimo.
ResponderEliminarUn besico, Miguel.