Empieza noviembre.
Con el corazón puesto en los que se fueron y amamos, la sensación agridulce de haberlos perdido una vez, para no volver a perderlos nunca más, porque los llevaremos con nosotros hasta el último suspiro.
Y la enorme tristeza por tantas vidas perdidas, por tanto dolor, cuando la Naturaleza se desata y tomamos conciencia de nuestra fragilidad, de nuestra estupidez al no tener el debido respeto; pero sabiendo que no aprenderemos tampoco ahora, porque somos la especie más idiota que puebla este planeta bello, como flores de hielo, que estamos matando.
Empieza noviembre. No va a ser fácil.