
Pensaba
que no cambiarían nunca
que siempre estarían ahí,
dispuestas y preparadas
para que yo las tocara,
las respirara,
las viviera.
Pensaba
que todas esas cosas
que componen una vida
estaban cosidas a mí,
pero no,
sólo estaban prendidas
con alfileres de tiempo.
Nunca fueron mías.
El verano
no es de los grillos
ni de las cigarras.
El verano
espera agazapado
detrás de los trigales
y acaricia mi memoria
igual que el viento de julio
sopla sobre los olivos.
que no cambiarían nunca
que siempre estarían ahí,
dispuestas y preparadas
para que yo las tocara,
las respirara,
las viviera.
Pensaba
que todas esas cosas
que componen una vida
estaban cosidas a mí,
pero no,
sólo estaban prendidas
con alfileres de tiempo.
Nunca fueron mías.
El verano
no es de los grillos
ni de las cigarras.
El verano
espera agazapado
detrás de los trigales
y acaricia mi memoria
igual que el viento de julio
sopla sobre los olivos.
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