Nos ponemos la venda para no ver, para tener razón, para culpar al otro y darle esquinazo a nuestra responsabilidad de mejorar las cosas, de no crispar, de mantener el ánimo y la esperanza.
Nos ponemos la venda y criticamos sin saber, reprochamos sin verificar.
La venda nos hace sabios políticos y estadistas, nos lleva a pensar lo mal que lo hacen los otros.
Es más cómodo estar medio a ciegas en nuestra obstinada opinión, que quitarla y ver de forma ecuánime la situación.
La triste, triste gente que elige eso y que tanto daño hace.
A veces no deseamos quitarnos la venda por no ver la realidad o la venda deje ver nuestra realudad a otros,
ResponderEliminarPuede ser. Pero tanto ciego ya empieza a estorbar...
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