miércoles, 31 de mayo de 2017

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lunes, 29 de mayo de 2017

Buenos dias, mundo



Libarte one to one todos y cada uno de los dedos de los pies con esta hambre perenne de cien siglos, colibrí; oso hormiguero; lunático; insectívoro. Un bufé de cartílagos.
Servirme de segundo un hueso de tobillo y un poco de esa salsa que gimes terminada en h.
Tirarme en tobogán hasta las corvas con los ojos vendados y caer en picado, albatros,
como Jhonny Weissmuller sobre el rastro cristalino aquel de caracol de tu triángulo.
Desabrocharte.
Morirte tú. Morirme yo. Como sea que se muera de amor.


Billy MacGregor



viernes, 26 de mayo de 2017

Esas cosas sencillas



Esas cosas sencillas que hacemos a menudo:
quitarnos los zapatos para pisar el césped,
esperar que granice para contar el hielo,
cabalgar arcoíris tras un color de ojos,
discutir con el tiempo para ganar minutos,
deshojar margaritas que tienen otro nombre,
pegarnos a la espalda alas de mariposa
y volar por encima del volcán y la escarcha.
Todo cosas sencillas que hacemos a menudo.


Sara Royo

jueves, 25 de mayo de 2017

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lunes, 22 de mayo de 2017

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sábado, 20 de mayo de 2017

El amenazado




Es el amor. Tendré que ocultarme o que huir. 
Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz. 
      La hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre 
      es la única. ¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio 
      de las letras, la vaga erudición, el aprendizaje de las palabras 
      que usó el áspero Norte para cantar sus mares y sus 
      espadas, la serena amistad, las galerías de la biblioteca, 
      las cosas comunes, los hábitos, el joven amor de mi madre, 
      la sombra militar de mis muertos, la noche intemporal, 
      el sabor del sueño? 
Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo. 
Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se 
      levanta a la voz del ave, ya se han oscurecido los que 
      miran por las ventanas, pero la sombra no ha traído la paz. 
Es, ya lo sé, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, 
      la espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo. 
Es el amor con sus mitologías, con sus pequeñas magias inútiles. 
Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar. 
Ya los ejércitos me cercan, las hordas. 
(Esta habitación es irreal; ella no la ha visto.) 
El nombre de una mujer me delata. 
Me duele una mujer en todo el cuerpo.

Jorge Luis Borges

lunes, 15 de mayo de 2017

Con cuidado




Con cuidado, es con mucho cuidado.
Paso a paso. Poco a poco.
Colocando cada idea, cada proyecto,
cada sentimiento, cada esperanza.
Sin que tiemble la mano.
Sin que tiemble la voz.
Que, además, no se note que toda esta armonía
oculta una tormenta,
un color negro oscuro que palpita de miedo.
Y que no se derrumbe ni tan solo un momento
esa espigada torre
donde duerme el dragón.


Sara Royo



sábado, 13 de mayo de 2017

Vida



Ya perdoné errores casi imperdonables. 
Trate de sustituir personas insustituibles, 
de olvidar personas inolvidables.

Ya hice cosas por impulso.

Ya me decepcioné con algunas personas , 
mas también yo decepcioné a alguien

Ya abracé para proteger . 
Ya me reí cuando no podía . 
Ya hice amigos eternos. 
Ya amé y fui amado pero también fui rechazado.
Ya fui amado y no supe amar.

Ya grité y salté de felicidad. 
Ya viví de amor e hice juramentos eternos, 
pero también los he roto y muchos.

Ya lloré escuchando música y viendo fotos . 
Ya llamé sólo para escuchar una voz .

Ya me enamoré por una sonrisa. 
Ya pensé que iba a morir de tanta nostalgia y ...

Tuve miedo de perder a alguien especial 
(y termine perdiéndolo) 
pero sobreviví 
Y todavía vivo 
No paso por la vida.

Y tú tampoco deberías sólo pasar ... 
VIVE!!!

Bueno es ir a la lucha con determinación 
abrazar la vida y vivir con pasión.

Perder con clase y vencer con osadía,
porque el mundo pertenece a quien se atreve 
y la vida es mucho más para ser insignificante. 



Charles Chaplin

viernes, 12 de mayo de 2017

Lluvia




La lluvia tiene un vago secreto de ternura,
algo de soñolencia resignada y amable,
una música humilde se despierta con ella
que hace vibrar el alma dormida del paisaje.
Es un besar azul que recibe la Tierra,
el mito primitivo que vuelve a realizarse.
El contacto ya frío de cielo y tierra viejos
con una mansedumbre de atardecer constante.
Es la aurora del fruto. La que nos trae las flores
y nos unge de espíritu santo de los mares.
La que derrama vida sobre las sementeras
y en el alma tristeza de lo que no se sabe.
La nostalgia terrible de una vida perdida,
el fatal sentimiento de haber nacido tarde,
o la ilusión inquieta de un mañana imposible
con la inquietud cercana del color de la carne.
El amor se despierta en el gris de su ritmo,
nuestro cielo interior tiene un triunfo de sangre,
pero nuestro optimismo se convierte en tristeza
al contemplar las gotas muertas en los cristales.
Y son las gotas: ojos de infinito que miran
al infinito blanco que les sirvió de madre.
Cada gota de lluvia tiembla en el cristal turbio
y le dejan divinas heridas de diamante.
Son poetas del agua que han visto y que meditan
lo que la muchedumbre de los ríos no sabe.
¡Oh lluvia silenciosa, sin tormentas ni vientos,
lluvia mansa y serena de esquila y luz suave,
lluvia buena y pacifica que eres la verdadera,
la que llorosa y triste sobre las cosas caes!
¡Oh lluvia franciscana que llevas a tus gotas
almas de fuentes claras y humildes manantiales!
Cuando sobre los campos desciendes lentamente
las rosas de mi pecho con tus sonidos abres.
El canto primitivo que dices al silencio
y la historia sonora que cuentas al ramaje
los comenta llorando mi corazón desierto
en un negro y profundo pentágrama sin clave.
Mi alma tiene tristeza de la lluvia serena,
tristeza resignada de cosa irrealizable,
tengo en el horizonte un lucero encendido
y el corazón me impide que corra a contemplarte.
¡Oh lluvia silenciosa que los árboles aman
y eres sobre el piano dulzura emocionante;
das al alma las mismas nieblas y resonancias
que pones en el alma dormida del paisaje!

Federico Garcia Lorca

jueves, 11 de mayo de 2017

Y AÚN ASÍ, ME LEVANTO





“Tú puedes escribirme en la historia
con tus amargas, torcidas mentiras,
puedes aventarme al fango
y aún así, como el polvo… me levanto.
¿Mi descaro te molesta?
¿Porqué estás ahí quieto, apesadumbrado?
Porque camino
como si fuera dueña de pozos petroleros
bombeando en la sala de mi casa…
Como lunas y como soles,
con la certeza de las mareas,
como las esperanzas brincando alto,
así… yo me levanto.
¿Me quieres ver destrozada?
cabeza agachada y ojos bajos,
hombros caídos como lágrimas,
debilitados por mi llanto desconsolado.
¿Mi arrogancia te ofende?
No lo tomes tan a pecho,
Porque yo río como si tuviera minas de oro
excavándose en el mismo patio de mi casa.
Puedes dispararme con tus palabras,
puedes herirme con tus ojos,
puedes matarme con tu odio,
y aún así, como el aire, me levanto.
¿Mi sensualidad te molesta?
¿Surge como una sorpresa
que yo baile como si tuviera diamantes
ahí, donde se encuentran mis muslos?
De las barracas de vergüenza de la historia
yo me levanto
desde el pasado enraizado en dolor
yo me levanto
soy un negro océano, amplio e inquieto,
manando
me extiendo, sobre la marea,
dejando atrás noches de temor, de terror,
me levanto,
a un amanecer maravillosamente claro,
me levanto,
brindado los regalos legados por mis ancestros.
Yo soy el sueño y la esperanza del esclavo.
Me levanto.
Me levanto.
Me levanto.”


Maya Angelou

martes, 9 de mayo de 2017



Si  se pudiera juntar cada sensación, cada pensamiento, todas las carcajadas que hemos regalado al aire, todas las penas, todas las heridas; si fuera posible hacer un ramo con la ternura, la primera sonrisa de un hijo, sus primeros pasos; si consiguiera unir sin un desgarro el cariño de los amigos y la nostalgia de los que ya no están, si el amor derrochado no fuera apenas una cicatriz, si por un momento todo lo vivido fuera leve, leve, como ala de mariposa y no un torbellino que ataca de madrugada; si pudiera fabricar con todo lo pasado un ramillete, y si fueran flores mágicas volarían alto, alto, alto, hasta el lugar mismo donde anida la esperanza, donde pocas cosas importan ya. Solo la calidez de una mirada, de una mano sobre la tuya, mientras humea delante una taza de café.



lunes, 8 de mayo de 2017

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sábado, 6 de mayo de 2017

Expediente X

(Foto de Teresa Salvador)





Aquel día pasó algo.
Si yo hubiera creído alguna vez en algún dios habría jurado,
que fue un puto milagro.
Si hubiera sido astrónomo supongo que le hubiera puesto un nombre raro:
planeta enano K7232, por ejemplo.
Pasó que me miraste y te miré y todo lo que había alrededor
-las sillas y las mesas y los platos y los autobuses,
las grandes avenidas, las latas de refresco y las señoras
en las peluquerías o los paraguas-
suelo incluido,
desapareció.

Si hubiera sido mago...¿Y alquimia? No, tampoco. No se trataba de la tabla periódica
ni
de la fusión de dos átomos ni por supuesto, qué tontería,
de una maldición.
Sólo el olor de los naranjos, y en la miel de tus ojos,
el amor.
Joder, yo sólo pasaba por allí.

Billy MacGregor

jueves, 4 de mayo de 2017

La misma lluvia



La misma lluvia y no es la misma.
Era otra lluvia la que llenaba
de primavera todo perfume,
la que vencía la yerbabuena,
la que azotaba las tiernas rosas.
Era otra lluvia la que lavaba
cual una madre el recio olivo,
la que pintaba como de espejos
cada baldosa seca del patio.
Era otra lluvia y yo era otra.
Somos las mismas y no lo somos.
Caen los recuerdos y son de agua.
Suena la lluvia, música limpia,
como una cura del corazón.


Sara Royo

martes, 2 de mayo de 2017

Las mañanicas del mes de mayo

(Foto de Teresa Salvador)



En las mañanicas
del mes de mayo
cantan los ruiseñores.
Retumba el campo.

En las mañanicas,
como son frescas,
cubren ruiseñores
las alamedas.

Ríense las fuentes
tirando perlas
a las florecillas
que están más cerca.

Vístense las plantas
de varias sedas,
que sacar colores
poco les cuesta.

Los campos alegran
tapetes varios,
cantan los ruiseñores
retumba el campo.

Sale el mayo hermoso
con los frescos vientos
que le ha dado marzo
de céfiros bellos.

Las lluvias de abril
flores le trajeron:
púsose guirnaldas
en los rojos cabellos.

Los que eran amantes
amaron de nuevo
y los que no amaban
a buscarlo fueron.

Y luego que vieron
mañanas de mayo,
cantan los ruiseñores,
retumba el campo.

 Lope de Vega