martes, 30 de marzo de 2021

...


 "Hay canas en mi cabeza, hay en los prados escarcha,
mas yo prosigo soñando, pobre, incurable sonámbula,
con la eterna primavera de mi vida que se apaga
y la perenne frescura de los campos y las almas,
aunque los unos se agostan y aunque las otras se abrasan".

Rosalía de Castro



sábado, 27 de marzo de 2021

...

 





"Cuenta que todavía hay esperanza, que la vida es más eterna que la muerte, cuenta que debemos seguir persiguiendo nuestros sueños, que debemos corregir nuestros errores, que debemos hacernos dignos y que, aunque lleguen los tiempos del cólera, habrá un espacio para el amor, para cumplir los sueños, para la felicidad".

 Gabriel García Márquez, 
El amor en los tiempos del cólera.

viernes, 26 de marzo de 2021

...

 



Le pido a mi sangre que fluya, como un arroyo manso y alegre, por el cauce previsto de mis venas y arterias, con la presión perfecta; que llegue a cada célula, cada órgano, cada sistema preciso como una organizada galaxia. Que los riegue y alimente como a flores del más bello jardín, para que todo siga su curso de milagros. Y lleno de amor a mi corazón, que late y es un canto.

martes, 23 de marzo de 2021


 

No tenemos un lenguaje para los finales,
para la caída del amor,
para los concentrados laberintos de la agonía,
para el amordazado escándalo
de los hundimientos irrevocables.

¿Cómo decirle a quien nos abandona
o a quien abandonamos
que agregar otra ausencia a la ausencia
es ahogar todos lo nombres
y levantar un muro
alrededor de cada imagen?

¿Cómo hacer señas a quien muere,
cuando todos los gestos se han secado,
las distancias se confunden en un caos imprevisto,
las proximidades se derrumban como pájaros enfermos
y el tallo del dolor
se quiebra como la lanzadera
de un telar descompuesto?

¿O cómo hablarse cada uno a sí mismo
cuando nada, cuando nadie ya habla,
cuando las estrellas y los rostros son secreciones neutras
de un mundo que ha perdido
su memoria de ser mundo?

Quizá un lenguaje para los finales
exija la total abolición de los otros lenguajes,
la imperturbable síntesis
de las tierras arrasadas.

O tal vez crear un habla de intersticios,
que reúna los mínimos espacios
entreverados entre el silencio y la palabra
y las ignotas partículas sin codicia
que sólo allí promulgan
la equivalencia última
del abandono y el encuentro.

Roberto Juarroz

domingo, 21 de marzo de 2021

...

 



Somos islas que, a veces, se juntan. 
Entonces parecen un continente.
Pero no. 
Somos islas.


sábado, 20 de marzo de 2021

...




"... Creedme, todo depende de esto: haber tenido, una vez en la vida, una primavera sagrada que colme el corazón de tanta luz que baste para transfigurar todos los días venideros".

"Primavera sagrada"

Rainer Maria Rilke




 

lunes, 8 de marzo de 2021

8M


 

Sería maravilloso que no hiciera falta este día. Significaría que, por fin, hombres y mujeres, al mismo nivel y de la mano, caminan a la búsqueda de un mundo mejor y más justo. Pero eso no está pasando. En nuestro país algo se ha mejorado (a pesar de muchos y muchas) que siguen considerando a Eva la mera costilla de Adán. 
No, hombres y mujeres no somos iguales. Somos muy diferentes en nuestro cuerpo, nuestro cerebro, nuestra alma. Y esas diferencias naturales, a costa de magnificar a un sexo en detrimento de otro, han sido piedras en las ruedas hacia la equiparación social. Siglos de adoctrinamiento religioso y cultural nos llevaron a pensar que nuestro único papel era ser esposa y madre, salvo que hubiera una guerra y tuviésemos que ponernos al frente de una fábrica o empuñar un fusil. Acabada la guerra, a casita, porque es lo vuestro. 
En el siglo XXI ciertos roles han cambiado. Un hombre no lo es menos porque muestre sus emociones, una mujer no es menos mujer porque decida que no será madre.
Algunas tuvimos un padre tierno y amoroso y una madre que sabía llevar su casa mejor que un ministro de economía. Algunas, afortunadas, crecimos sabiendo que un hombre que te maltrata no te quiere, y lo debes dejar de inmediato, porque aquí están tus padres para ayudarte.
Otras, no tuvieron esa suerte. Miles de mujeres muertas a manos de los que un día dijeron amarlas. Mujeres que, haciendo el mismo trabajo que un hombre, cobran menos. Mujeres engañadas en su miseria y obligadas a prostituírse, a no ser otra cosa q un pedazo de carne de usar y tirar. Niñas a las que casan antes de haber tenido tiempo de jugar, con tipos que podrían ser su padre. Abusos sexuales, casi siempre callados y ocultos, sufridos de manera cotidiana, perpetrados por padres, tíos, primos, amigos de la familia, y muchas veces a sabiendas de la madre. La ablación genital, que les roba el placer y las convierte en máquinas sexuales y de parir. Salir de fiesta una noche y mirar qué ropa te pones, no beber, no volver sola; en fin, no poder comportarse de la manera que lo hace cualquier hombre, porque si te viola en una esquina un borracho, eso será un eximente para él, pero tú serás la culpable por ir borracha, sola, y llevar minifalda. Y tantas y tantas cosas...
Hay muchos, muchos hombres, que han dejado de mirarnos como algo que se usa y caminan a nuestro lado, de igual a igual. Tengo el orgullo de haber criado un hijo que es un fenómeno cambiando pañales y un gran padre; y a una hija fuerte, decidida y tan tierna como su hermano.  Hay muchos hombres que son amorosos compañeros. Pero no suficientes.
Que este día reivindicativo de la lucha de las mujeres por esa justicia debida y pendiente, sea de la mano de esos hombres maravillosos que nos tratan con el respeto y el cariño debidos. Como nosotras a ellos.