jueves, 29 de abril de 2021

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Se va terminando abril, con un tiempo de lluvia y de esperanza.
Aún refresca por la noche y yo agradezco el leve y tibio peso del edredón.
Antes de lo que deseo, llegará el calor, y se me despertará ese odio recurrente de cada verano. Pero ahora el clima es bondadoso; el cielo nublado deja asomar jirones de sol, y con eso me basta.
Primavera extraña, aún extraña, pero siempre primavera.

miércoles, 28 de abril de 2021

Nos lo advirtió Vallejo



Los heraldos del odio, esa horrible blasfemia, 
esos heraldos negros que nos traen la tormenta,
que revientan la noche y nos hieren tan fuerte
como el odio de Dios, nos avisó Vallejo.

Están entre nosotros, cabalgan en un viento 
de terror y de muerte, el rostro contraído
por una rabia fría, como un golpe  de muerte
en la mitad del pecho, en la mitad del alma,
lo mismo que un cuchillo que desgarra la carne.

Se mueven como el aire, asaltan los diarios, 
ensucian nuestras casas con las televisiones
que acogen sus mentiras, complacientes y amables.
Y bailan una danza macabra como un vómito.

Quieren arrastrarnos a la guerra más cruenta.  
Estos heraldos negros que envenenan los mares 
que destruyen la tierra y la dejan baldía,
mientras abren las puertas de un infierno de sangre. 

Nos persiguen y roban la risa de  los niños,
la ilusión de los hombres, y traen todos los miedos 
de las noches más negras, el terror del invierno,
son el vino más agrio de una resaca infame.

Son los heraldos negros y sus golpes de odio.
Nos lo advirtió Vallejo: son los potros de Atila,
los bárbaros terribles, jinetes del espanto
que emponzoñan el agua y que incendian el trigo. 

Nosotros les abrimos nuestra casa. Y entraron.
Arrasaron con todo, con la lumbre y el canto,
con la paz de las tardes y el calor del abrazo.
Borraron la palabra que pronuncia tu nombre.

(Y los hombres ahora lloramos por el hombre)

Rodolfo Serrano


martes, 20 de abril de 2021

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jueves, 15 de abril de 2021

Vive mi corazón


 

Va a ti mi corazón. Yo que no tengo
nada que darte, amor, te lo doy todo.
Arrópalo en tu mano y guarda en ella
pedazos de mi vida y de mis sueños.

Camino hacia ti yo, como la espuma
busca la arena limpia y muere en ella. 
Galópame en la sangre y en los huesos,
multiplica tus labios en mi boca. 

Sácame de lo oscuro de la noche,
revuélveme las sábanas y el alma,
brinca loca en la piel de los espejos,
reclíname en  la curva de tu vientre.

Mójame en tu deseo y ven, desgarra
la voz que te persigue y que te nombra.
Recorre los rincones de mi casa
como furia de amor y primavera.

Escríbeme por cartas, telegramas,
por líneas de teléfonos, a gritos
por calles y por plazas, por mercados
que huelan a pan tierno y a claveles.

Y súbeme a cometas y a las nubes
cargadas de tormentas y relámpagos.
Llévame con los ángeles caídos
hasta los cielos grises del infierno.

Péiname el pelo y dame miel y leche
como en los viejos salmos de la Biblia.
Arréglame la ropa y dame un beso
cuando vaya a salir de nuestra casa.

Hoy que voy hacia ti y estoy cansado.
Y anda la tristeza por mis ojos.
Y nada me conforta los dolores
de esta carne vencida y derrotada. 

Hoy te confieso, amor, te lo confieso:
El mañana es de tiza y está escrito
en este pobre cuerpo que te busca 
para huir del dolor y de los miedos.
 
(Quiero dormir, como un pájaro, en tus manos,
y despertarme oliendo a abril y a vida).

Rodolfo Serrano

martes, 13 de abril de 2021

Fortuna


Por años, disfrutar del error
y de su enmienda,
haber podido hablar, caminar libre,
no existir mutilada,
no entrar o sí en iglesias,
leer, oír la música querida,
ser en la noche un ser como en el día.
No ser casada en un negocio,
medida en cabras,
sufrir gobierno de parientes
o legal lapidación.
No desfilar ya nunca
y no admitir palabras
que pongan en la sangre
limaduras de hierro.
Descubrir por ti misma
otro ser no previsto
en el puente de la mirada.
Ser humano y mujer, ni más ni menos.

Ida Vitale

 

sábado, 10 de abril de 2021

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"El arte de la vejez es arreglárselas para acabar como los grandes ríos, serena, sabiamente, en un estuario que se dilata y donde las aguas dulces empiezan a sentir la sal y las saladas, un poco de dulzura. Y cuando te das cuenta ya no eres río sino océano. Eso es lo que pretendo" 


José Luis Sampedro

viernes, 2 de abril de 2021

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Dos de abril, Viernes Santo.
Llueve, como si el cielo, en su bondad de nubes, nos quisiera limpiar, nos lavara la cara y, quizás, el alma.