domingo, 3 de mayo de 2020

Día de la madre



Mi madre fue niña en tiempos difíciles. Supo muy pronto lo que era la dureza del trabajo el el campo. Verano, cereales; invierno, remolacha; cualquier cosa que hubiera en cualquier temporada. 
Tenía un porte elegante, una sonrisa franca y manos de modista. En su diploma de Profesora de Corte y Confección, que tengo en una pared de mi casa, se asoma una muchacha bonita que desafía a la vida.
No se quedó en el pueblo. Viajó más que la mayoría de las mujeres de su época. Amó siempre a su familia, y a mi padre y a mí, por encima de todo.
Hoy, que yo también soy madre desde hace mucho tiempo, que tengo nietos (y eso es ser madre el doble), miro al cielo y recuerdo. 
Ese pronto que tengo, la voluntad que no se doblega, saber que quiero y puedo, son cosas de mi madre.
No nos vamos, al irnos. Fluímos como un río a través de otras vidas, seguimos palpitando en otros corazones. Y esa forma de andar, de inclinar la cabeza, ese color de ojos o la voluntad firme, están grabados en los genes y la memoria, por siempre y para siempre.
No, yo no soy mi madre. Y no dejo de serlo. Gracias siempre y especialmente hoy, mamá. Miro tu retrato con tus ojos.

2 comentarios:

  1. ¡Que decir de las madres! Fueron, son y serán, guias, espejos, bondad, materia viva que te nutre el cuerpo...y el alma. No piden nada, quizás algún reproche, cuando te esperan levantadas a que llegues... pero lo dan todo. No se les puede pedir mas, y no creo que tampoco se les pueda pagar ni una parte. hay un dia que se le dice el dia de la madre, pues debería llamarse el mes de la madre el año... la vida entera.

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  2. Tienes toda la razon. No solo nos traen al mundo, nos mantienen a flote y nos anclan a la vida.
    Gracias por tu visita, estas en tu casa.

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