viernes, 23 de marzo de 2018
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La noche en el Hospital es distinta. Se alargan las horas en la vigilia observadora del oxígeno.
Si está alterado, si se ha despistado y pide constantemente encender la luz, si pregunta tu nombre una y otra vez; tu nombre que se pierde por los senderos difusos de su razón.
A veces es él y de repente ya no está. Jamás pierde su educación exquisita, aunque se desespere por no poderse levantar y no comprenda muy bien por qué ha de estar allí. Yo miro por las rendijas de la persiana y espío el alba. Como si la luz del día pudiera disipar del todo la niebla de su cabeza.
Una vida entera que se diluye. La noche es diferente allí.
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Muy triste, lo siento mucho, la posibilidad de que un dia pueda yo estar así, me tiene obsesionado :(
ResponderEliminarBesos y salud
Es triste. Pero ya iremos viendo. Obsesionarse es sufrir antes de tiempo y no sirve para nada. Nunca sabemos...
ResponderEliminarBesicos, gracias por venir.