Un día, sin previo aviso, te sorprende la
verdad.
Simplemente jugabas a los detectives y te das de
bruces con una realidad incómoda, levemente dolorosa. No era como pensabas. Te
han mentido otra vez.
Desde esa atalaya puedes ver, observar. Sin que
te reconozcan.
No pasa nada, porque ya habías decidido poner
distancia. Estas cosas no hacen sino ratificar el pálpito, la sensación de que
ya está bien. Punto final.
La vida sigue y te enseña. Y ya casi es otoño.
Hasta el 22 de Setiembre no...jajajaja
ResponderEliminarBesos y salud
Los árboles saben q es casi otoño...
Eliminarbesicos, Genin.