Me miró. Sus ojitos se llenaron de chispitas y
me sonrió.
Empezó a responderme con balbuceos cantarinos y
eran notas de plata todas las que salían de su pequeña garganta.
Esa primera conversación nuestra, ese
reconocernos, comunicarnos, identificarnos, marcó mi día y le dio sentido.
Tan pequeñito y tan grandes regalos…
Te vas a deshidratar de tanta baba que se te cae...jajaja
ResponderEliminarBesos y salud
Jajajajajajjjjaaaaa
ResponderEliminarSe me nota mucho, verdad?
Besicos, Genin.
Que bendecida por el bebé y el don de escribir tan lindo. Saludos desde Perú
ResponderEliminarYris, muchas gracias por tu comentario y tu visita.
ResponderEliminarBienvenida y un beso desde España.