En la mesa de madera
hay un café para dos.
Cacao, nata, dos pajitas.
Un fuerte expreso debajo.
Y la risa, las miradas.
Con cada sorbito un poco
del tiempo que nos debemos.
Un pedacito de brownie
que sabe mucho a ternura.
Como puede llenar tanto
solo un café para dos.
Sara Royo
Ya...
ResponderEliminarYo prefiero uno para mi solito... :)
Eso si, otro para la compañía...
Besos y salud
Pues tiene mucho encanto compartir un cafe... o dos. Si sabe a poco, se pide otro. :)
ResponderEliminarBesicos, gracias por venir.
Un café para dos, es menos, pero sabe mucho, muchísimo más, no hay color .... y siempre se puede repetir, eso si uno a uno.
ResponderEliminarA que si? No se puede comparar la sensacion de compartir un cafe.
ResponderEliminarBesicos.