Si miras hacia la ventana, sin intención, casualmente, y sobre los tejados de la calle hay un incendio púrpura contra el que se recortan las siluetas de los árboles más altos, aún desnudos.
Si captas, con infantil asombro ante tanta belleza, los últimos momentos del sol de este viernes, mientras la noche, ladina, astuta, extiende sus brazos oscuros.
Si has tenido la suerte de contemplar el cambio, la esencia de la vida en apenas unos minutos, entonces eres tan afortunado como yo.
Si, solo que vivo en el campo...
ResponderEliminarBesos y salud
Pues afortunado tu, q tienes tantos arboles para ver cada atardecer...
ResponderEliminarBesicos, Genin.
Yo soy muy afortunada, aunque vivo en el centro estoy rodeada de arboles. Un saludo.
ResponderEliminarYo tengo cerca un parque con arboles ancianos... una maravilla.
EliminarGracias por tu visita, besicos.