Hay quien divide sus días en solos de trompeta
sus horas en minutos, sus minutos en relojes de arena, cada segundo en un suspiro.
sus horas en minutos, sus minutos en relojes de arena, cada segundo en un suspiro.
Y después está Alicia
que no se ha puesto un calcetin igual a otro
en su puta vida
y en el pelo, en vez de horquillas, lleva las simientes de la ultima hojarasca.
que no se ha puesto un calcetin igual a otro
en su puta vida
y en el pelo, en vez de horquillas, lleva las simientes de la ultima hojarasca.
Alicia se levanta a medianoche
-yo la he visto-
a abrir todas las jaulas de este mundo.
Otras no puedo entrar al vater
porque ha metido en la bañera un cocodrilo.
O
-dios mío-
se me encima de un salto a la cara
y me muerde la nariz hasta que lloro lágrimas cuadradas.
-yo la he visto-
a abrir todas las jaulas de este mundo.
Otras no puedo entrar al vater
porque ha metido en la bañera un cocodrilo.
O
-dios mío-
se me encima de un salto a la cara
y me muerde la nariz hasta que lloro lágrimas cuadradas.
Billy MacGregor
Me cae bien Alicia... :)
ResponderEliminarBesos y salud
Besicos, Genin. Gracias por venir.
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