martes, 2 de enero de 2024

Si...


Si puedes conservar la cabeza,

cuando a tu alrededor todos la pierden y te cubren de reproches;

Si puedes confiar en ti mismo cuando duden de ti los demás hombres

y ser indulgente con sus dudas;

Si puedes esperar y no sentirte cansado con la espera,

o que te mientan, sin ocuparte de sus mentiras;

o ser odiado, sin responder al odio

y no sentirte por eso ni demasiado cuerdo, ni demasiado sabio;

Si puedes soñar, sin que los sueños imperiosamente te dominen,

Si puedes pensar y no hacer de los pensamientos tu único objetivo;

Si puedes encararte con el Triunfo y el Desastre

y tratar de la misma manera a esos dos impostores;

Si puedes soportar escuchar tu verdad retorcida por los bribones

para convertirla en trampa de los tontos,

o mirar que las cosas a las que diste vida están rotas,

y agacharte y volver a construirlas, aunque sea con gastados instrumentos;

Si puedes reunir todas tus ganancias y apostarlas a una sola mano,

y, si perdieras, volver a empezar desde el principio,

y nunca exhalar ni una palabra sobre tu pérdida…

Si puedes forzar a tu corazón y a tus nervios para seguir aguantando

mucho después de que ya no quede nada en ti,

salvo tu voluntad gritando: “persistid, es la orden!”

Si puedes hablar con multitudes y mantener tu virtud,

O caminar con reyes, sin perder tus comunes rasgos;

Si nadie, ni enemigos, ni amantes amigos, pueden causarte daño;

Si todos los hombres pueden contar contigo, pero ninguno demasiado

Si puedes llenar el imperdonable minuto

Con los sesenta segundos de la distancia final,

tuya será la Tierra y todo lo que contiene

y lo que es más aún: serás Hombre, hijo mío!

 

Rudyard Kipling

 

3 comentarios:

  1. Hace tiempo publiqué este poema, en inglés. Hoy pongo esta traducción al castellano.

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  2. Respuestas
    1. Este poema fue una importante guía en mi adolescencia. Es impresionante, si. Un beso.

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