viernes, 2 de agosto de 2019
Sobre el arroyo
Sobre el arroyo, límite del cuerpo
recostado y fresco, la tarde acosa
sus pechos con ciruelas. Va bien
para el cansancio estar desnuda
y confiada, los ojos muy abiertos,
lejos de muchachos tan terribles.
Solo yo conozco este recodo de rara
transparencia, los árboles hermanos,
las hierbas de leche amarga y espinos
desiguales. Solo yo, cada tarde, corro
a desvestirme frente a ella, oculto
en matas de saucillo. Sobre su labio
los vencejos hacen bulla. En mi mano
gotas diferentes cada tarde, aviones.
Luis Miguel Rabanal
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Un poeta triste y crudo Rabanal.
ResponderEliminarSaludicos.
Es un enorme, enorme poeta.
ResponderEliminarBesicos, gracias por venir.