Mordí a un perro.
Helé las venas en mi sangre.
Sembré las plantas de los pies; tuve en mis manos el pájaro de ciento
y lo eché a volar.
Le di la espalda a todo lo que amé
alguna vez.
Y tiemblo, tiemblo como las hojas de los árboles antes de caer.
Y lloro gordo y de seguido ríos que no llegan al mar y tengo miedo y
me atraganto con el único nombre que no puedo nombrar.
Porque me duele. Porque ya todo me duele.
Se me enredan las letras. Se me olvidan las palabras.
Amor; ojo; submarino; cazuela; perdiz; calamidad; proeza; sitio...
Los días son más largos, con más noche, más oscuros, casi
amargos
como la hez de un ñu.
Fríos como el frío de un niño recién muerto.
Helé las venas en mi sangre.
Sembré las plantas de los pies; tuve en mis manos el pájaro de ciento
y lo eché a volar.
Le di la espalda a todo lo que amé
alguna vez.
Y tiemblo, tiemblo como las hojas de los árboles antes de caer.
Y lloro gordo y de seguido ríos que no llegan al mar y tengo miedo y
me atraganto con el único nombre que no puedo nombrar.
Porque me duele. Porque ya todo me duele.
Se me enredan las letras. Se me olvidan las palabras.
Amor; ojo; submarino; cazuela; perdiz; calamidad; proeza; sitio...
Los días son más largos, con más noche, más oscuros, casi
amargos
como la hez de un ñu.
Fríos como el frío de un niño recién muerto.
Y a veces
esa luz.
esa luz.
Billy MacGregor
No hay nada fijo, depende de lo que coma el ñu... :)
ResponderEliminarBesos y salud
Besicos, gracias por venir.
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